"Dirigir en Europa es un deseo, pero no me desespero"

El Muñeco admitió que le gustaría tener una experiencia en el Viejo Continente, pero sabe que la oportunidad llegará en su momento y no se muestra apurado. La conformación del nuevo plantel, los casos de doping y la situación de Arturo Mina.

La posibilidad de que Marcelo Gallardo deje de ser el técnico de River a fin de año es concreta. Él mismo admite que no tiene claro su futuro y que tomará la decisión en cuanto lo considere necesario. En Orlando, mientras el equipo se prepara para un exigente semestre, volvió a referirse sobre el tema: “Yo todavía como entrenador no me fui. Es un deseo con el que tendré que lidiar en un momento, si tendré otros estímulos y desafíos. Uno de esos desafíos será, claramente, dirigir en Europa. Soy un entrenador joven, no me desespero”.

Europa seduce, por supuesto, pero también permanecer en Núñez, donde Gallardo es poco menos que un Dios: “Estoy bien donde estoy, la gente me brinda un afecto enorme. Lo que me transmite el hincha de River no lo podré vivir en ningún lugar del mundo. Si veo que hay estímulos o desafíos para seguir estando, seguiré; si no los tengo, pararé. Después los estímulos y desafíos se van regenerando semestre tras semestre. A mí me gusta la exigencia de querer ser mejor para ganar, pero también lleva cierto tipo de desgaste. Hace seis meses estaba más para irme que para quedarme. Sentí eso en ese momento, lo reflexioné y decidí quedarme para disfrutar este año como intento disfrutarlo, pero hay cosas que hacen que uno esté en alerta constante”. Al mismo tiempo, aclaró: “No juego con el sentimientos de los hinchas, escucho a mi sentir en cada final de semestre”.

El Muñeco se mostró muy entusiasmado con la llegada de los nuevos refuerzos: “A mí realmente me genera muchísima ilusión porque cuando uno conforma un plantel quiere que sea competitivo, con niveles igualitarios y que la elección sea difícil. Al entrenador lo que más le conviene es que haya competencia y también jerarquía. Para nosotros el trabajo con los jugadores que han llegado es fundamental para que conozcan a sus compañeros y la forma de trabajo. El día a día me va a ir dando soluciones en cómo vea yo a los jugadores. Uno saca conclusiones permanentemente”. Eso sí, por más nombre que tengan, no se casa con nadie: “Acá nadie tiene el puesto asegurado, no se lo garantizo a nadie porque después puedo arrepentirme si tengo que tomar una decisión”

El DT blanqueó que la situación del doping no fue sencilla de atravesar: “Es un tema que claramente nos ha golpeado. Seguimos en esa búsqueda de cómo sucedió. Tengo la conciencia clara porque sé cómo hemos procedido en estos años y sé de la calidad humana de los protagonistas”.

Por último, se refirió a la situación de Arturo Mina, quien llegara tarde a la vuelta al trabajo: “No hay ninguna necesidad de empujarlo, nosotros no nos comportamos de esa manera. No necesitamos empujarlo para liberar un cupo porque ya lo tenemos. Él lo que tiene que hacer es, como todos los jugadores que no tienen continuidad, buscar una alternativa para jugar. Es un jugador de Selección y necesita jugar”.

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