Los rasgos delatan fácilmente el parecido de Marco Labruna con su padre, Omar, de exitoso paso como ayudante de campo de Ramón Díaz. El nieto de Angelito es un joven sencillo, humilde y que prefiere el perfil bajo pese a compartir el ADN que todo hincha de River quisiera tener.

 

A metros de la estatua inaugurada en noviembre de 2015, el volante central de la Quinta División se muestra paciente para conversar con La Página Millonaria en el museo, un lugar que le rinde homenaje en cada sector al máximo goleador de la historia del club y también de los superclásicos. El responsable de que cada 28 de septiembre se conmemore el Día Internacional del Hincha de River Plate, en alusión a la fecha de nacimiento del Feo.

"Mi abuelo siempre odió a Boca, se tapaba la nariz. Siempre estuvo identificada la rivalidad con Boca, les hizo goles", cuenta Marco, con naturalidad, sabiendo que parte del mandamiento familiar es el sentimiento de rechazo hacia el azul y amarillo. "Mi papá y yo lo heredamos. Siempre que veo a Boca quiero ganarle. Por suerte, en estos años se viene dando mucho", agrega. Y, sin perder el respeto, remata: "He jugado varios superclásicos. Tuve muchos empates y más victorias para nosotros".

-¿Qué hacés en River?
-En River juego desde hace ocho años. Arranqué con la escuelita cuando tenía ocho años. Luego me llamaron para empezar en las Inferiores. Jugué dos años, me fui dos años a Chile (NdeR: su padre fue DT allí), volví hace cinco y estoy en las Inferiores.

-¿Qué significa la descendencia con Angelito?
-Es un apellido muy importante acá. Es gran parte de la historia, fue el máximo goleador y también fue uno de los mejores como técnico. Mi papá también estuvo acá (NdeR: Omar llegó a jugar 45 partidos en la Primera de River, con dos goles). Espero seguir con lo que ellos arrancaron.

-¿Cuándo te enteraste qué significaba tu abuelo en la historia de River?
-Cuando era chico, no me daba cuenta de lo que era. Pero a los ocho o nueve años, cuando empecé a entender de fútbol, me di cuenta todo lo que hizo por este club: los títulos, los goles, los goles a Boca. Uno sabe todo lo que hizo, fue de lo más grande que hay en el club.

-Tu papá no sólo fue jugador de River, sino que también tuvo la posibilidad de acompañar a Ramón Díaz como ayudante de campo en uno de los ciclos más exitoso, ¿cómo viviste esa infancia?
-Mi papá estuvo como jugador no mucho tiempo y luego ganó muchos títulos como ayudante de Ramón. También fue gran parte de la historia de este club.

-Cuando eras chico, ¿qué te decía tu papá sobre tu abuelo?
-Él siempre me contaba anécdotas. Aparte de ser un gran jugador y un gran técnico, mi abuelo era una gran persona. Siempre me fue aconsejando las cosas que él hacía, cómo se comportaba con la gente, con los jugadores. Quería que tratara de rescatar las cosas buenas que él hacía, siempre le fue muy bien en todos lados.

-¿Qué anécdotas recordás?
-Antes de arrancar, él siempre iba, pateaba al arco y la metía adentro. Una vez fue a patear, se metió un linesman en el medio, la pelota no entró y perdieron. Era una cábala. La corbata también, la llevaba a todos lados. Una vez la perdió y la necesitaba.

-En la época en que tu abuelo jugaba, no había tantos videos ni registros como ahora, ¿qué pudiste ver de él?
-Hay videos, pero son todos en blanco y negro. No se aprecian muy bien, pero igual se ven. En mi casa hay cuadros de cuando jugaba, fotos con mi papá, algunos trofeos, algunas corbatas, sacos y varias cosas que él dejó. 

-¿De tu papá qué hay en tu casa?
-De mi papá no hay trofeos, pero sí algunas cosas que fueron quedando a través de los años como reliquias.

-¿Qué significa River en tu casa?
-Es todo. Durante estos años los partidos contra Boca en la Libertadores fueron de lo más importante, justo lo pude vivir. Es lo más importante, es todo. Mi hermana (Natalia) trabaja en el club como periodista, así que toda la familia está involucrada en el club. Siempre venimos a la cancha de local, alentando al equipo en esta etapa, una de las mejores de la historia

-¿De qué jugás? ¿Cuáles son tus características?
-Yo tengo 18 años, juego de cinco en la Quinta División. Trato de tener marca, no cometer errores. Acá siempre hay que presionar alto. Yo tengo muy poco gol, tendré dos en cinco años. Es la posición que me tocó y la que me gusta. Todavía no me tocó ningún entrenamiento con Primera. Gallardo siempre viene a ver los partidos, pero nunca tuvimos una charla. 

-Cuando decís tu apellido en un lugar o algún trámite personal, ¿cuánto tiempo tarda en llegar la pregunta sobre la familiaridad con Angelito?
-Siempre sucede, en todos lados. Te piden el documento y ya te lo preguntan. Te reconocen en todos lados. Es algo raro, pero es así. Me reconocen más por mi abuelo que por mí, por el apellido.

-¿A vos qué te genera saber que tu abuelo es tan grande en la historia de River? ¿Tomás dimensión de que es el máximo goleador, el que más goles le hizo a Boca , que fue multicampeón y que el día del hincha de River es por él?
-Es difícil tomar dimensión, yo creo que no. Lo vas dimensionando con todas las cosas, como la estatua, el Día Internacional del Hincha de River, el puente Labruna, el nombre del vestuario. Es lo más grande que hay. Y ahora Gallardo también está siendo lo más grande.

¿Cuánto lamentás no haberlo conocido?
-Falleció varios años antes de que naciera. No tuve la oportunidad, pero me hubiese encantado poder conocerlo.

-¿Qué significa para vos el Día Internacional del Hincha de River?
-Es un día que se vive como algo muy importante porque es el recuerdo a mi abuelo y también es el día de nosotros, todos los hinchas.

-Estás en Quinta División, ¿te imaginás entrando al Monumental como jugador en un futuro o lo ves muy lejano?
-Ojalá se pueda dar. Sé que es muy complicado, pero espero que algún día se pueda llegar a dar.

-¿Cuál es tu sueño en River?
-Mi sueño es jugar, principalmente en River. Si se puede dar, mejor; y si se llega a dar, me iré proponiendo más cosas.