El enganche de River regresó luego de la lesión. Jugó treinta y cinco minutos y mostró destellos de la calidad que lo hace distinto al resto, aunque no pudo desnivelar en el resultado.
Iban 10 minutos del segundo tiempo cuando la platea San Martín se paró para aplaudirlo. Marcelo Gallardo llamó a Andrés D’Alessandro, que dejó atrás el desgarro y retornó a la Primera del Millonario.
El Cabezón jugó gran parte del complemento y, si bien mostró destellos de su jerarquía, no pudo hacer la diferencia en el resultado para evitar un empate que dejó un sabor amargo en Núñez.
Como anécdota quedó la pelota que perdió en la mitad del segundo tiempo y que casi termina en gol de Sao Paulo, aunque con el correr de los minutos se puso el equipo al hombro.
Le cometieron tres faltas claras cerca del área -además de una en mitad de cancha merecedora de roja para todos excepto el árbitro- y le dio aire al campeón para buscar en el final, aunque sin el resultado esperado.
Aún no pudo explotar. Pero hay que darle tiempo. D’Alessandro demostró hace rato que no le pesa La Banda y que haya vuelto a jugar es una gran noticia.
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