River es auna pasión mundialque trasciende fronteras. Queda demostrado cada vez que le toca viajar para disputar algún encuentro internacional o se va de pretemporada a otro país o continente. Donde vaya el Millonario, allí encontrará un grupo de hinchas dispuesto a recibirlo con el calor y el aliento de siempre, como si estuvieran en la Argentina. Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.
Este domingo, los grupos de hinchas que tiene el Más Grande a lo largo y ancho del mundo, nucleados en la Federación Internacional de Filiales Riverplatenses, volvieron a ser protagonistas de una fiesta inigualable. La excusa fue una nueva edición del superclásico.Y en cada rincóndonde hay hinchas de River, hubo cotillón y mucho aliento.
En España, lafilialBarcelona convocó más de un centenar de hinchas.Valencia, Ibiza y Mallorca no se quedaron atrás y trasladaronla fiesta del Monumental a cada una de estas ciudades. En Alemania e Italia también vivieron el clásico como si estuvieran en Núñez.En Berlín y Milano, donde se encuentran dos de lasfiliales másjóvenes, se congregaron para seguir el encuentro ante el eterno rival.
En Estados Unidos, Miami, Brooklyn y Washington DC demostraron por qué River es el Más Grande en Norteamérica. En México DF y Tulum hubo una convocatoria masiva de hinchas millonarios. Lo propio sucedió en Costa Rica, donde mostraron una camiseta gigantesca a modo de telón.
De este lado del mundo, Colombia organizó reuniones masivas en Cartagena y Medellín. Algo similiar ocurrió en Brasil con la filial de Sao Paulo, una de las más antiguas de River. En Bolivia, desde Cochabamba vibraron al ritmo de los bombos. Y en Montevideo, los hinchas uruguayos nucleados en la Banda Oriental juntaron unas cincuenta personas para seguir el clásico desde el otro lado del Río de La Plata.
No fueron las únicas ciudades que se tiñeron de blanco y rojo. En Oceanía y a pesar de las diferencia horaria, la filial Melbourne arrancóellunes con una juntada superclásica. Noruega, Polonia e Islandia también dijeron presente para alentar al Millo a pesar de los kilómetros que los separan de Buenos Aires.
Más allá del resultado, los hinchas de River volvieron a demostrar que la pasión no sabe de distancias.Coparon bares, playas y ciudades con los colores del Más Grande y alentaron de principio a fin como si estuvieran en el Antonio Vespucio Liberti.