Los comienzos en el fútbol son complicados y más para los chicos que vienen desde el interior del país. Muchas veces el fútbol es ingrato y no le brinda las oportunidades a aquellos que de tan chicos dejan sus provincias para cumplir el sueño de jugar en el club de sus amores. Pero otras veces la suerte juega a favor y este es el caso de Ariel Ortega y de Marcos Gutiérrez, los dos son de Ledesma –Jujuy- y a comienzos de los noventa, llegaron a Buenos Aires para jugar en River y Huracán respectivamente. Ambos estaban en las pensiones de los clubes, pero igualmente se juntaban y de esa manera no se sentían tan lejos de su Jujuy natal.
El ex arquero de Huracán compartió en su cuenta de Instagram una imagen donde se lo puede ver a él junto al Burrito, ambos muy jóvenes y con las caras llenas de ilusión, acompaña al posteo un texto emotivo que dice entre otras cosas: “Arrancaban los noventa, nos subimos al sueño de ser jugadores de fútbol profesional, dejamos nuestras familias, amigos, nuestro barrio que hasta el día de hoy nos gusta volver para juntarnos con los changos…!!!”. Gutiérrez también destaca que hasta el día el día de hoy siguen siendo amigos. Los dos jugaron juntos en Atlético Ledesma antes de llegar a Buenos Aires y luego volvieron a coincidir en el fútbol profesional, fue en Newell’s entre el 2004 y el 2006.
Ortega, es uno de los máximos ídolos del club, su sentido de pertenencia, su juego exquisito se amoldó a la perfección al paladar del hincha de River que lo reconoció durante todos los ciclos que tuvo en el Más Grande. Una de las muestras más grandes de amor entre el Burro y los hinchas fue en su partido despedida en 2013, un Monumental a reventar pudo brindarle todo el amor que Ortega se merece.