El martes de la semana pasada, Miguel Borja recibió una demanda por supuesto maltrato a sus hijos por parte del establecimiento educativo. Los siguientes pasos de la denuncia determinaron que los niños no sufrieron violencia y en las últimas horas la Justicia tomó una decisión importante al respecto: archivaron la causa.
Valeria Goluza, directora del Instituto Grilli de Canning, fue quien actuó ante una probable agresión física contra los dos menores. El mismo día se realizó un precario médico junto a su madre y tras una entrevista con el gabinete de Servicio Local y Niñez se pudo confirmar que no hubo ningún tipo de exceso por parte de su progenitor.
La noticia encendió las alarmas en Figueroa Alcorta y Udaondo por tratarse de un empleado del club, pero trajo calma la confirmación por parte de las autoridades. Al día siguiente, el futbolista rompió el silencio con una frase de la Biblia: “Mi Dios es un juez justo que reconoce los derechos de la gente que sufre”.
Archivaron la causa contra Borja
Este jueves, la Justicia tomó la decisión de archivar la causa contra Borja, después de poco más de una semana de investigación. Tanto el juez como la fiscal de la UFIJ N°3 de Ezeiza tomaron la decisión de que no hubo un delito para indagar en la vida del colombiano y de esta manera podrá continuar con su vida de manera normal.
En medio de la demanda, Borja estuvo entrenándose con el plantel de River en Ezeiza con Marcelo Gallardo, a la espera de la resolución que se conoció hoy. Además, el fin de semana subió una fotografía familiar a su cuenta oficial de Instagram con su esposa, sus hijos y rodeado de seres queridos, siendo la segunda aparición tras el hecho.
La pelota ahora está del lado del Colibrí, ya que podría realizar una contrademanda contra el colegio de sus hijos por la denuncia. El periodista Gustavo Grabia dijo: “Va a pedir que le den una explicación concreta de por qué no lo llamaron a él o su esposa. Si no le satisface la respuesta que le de el colegio, le haría una demanda a la dirección del colegio“.