River empató con Vélez y pese a lo que digan los números, está afuera de la pelea por el título en la Liga Profesional 2024, salvo un milagro. Sin embargo, uno de los aspectos a rescatar que dejó el partido fue la vuelta al gol de Miguel Borja, quien de todos modos fue muy autocrítico.

“Toca entrenar la definición, el equipo nos está generando mucho a los atacantes y tenemos que mejorar”, reconoció el Colibrí. Y no está tan errado. En la derrota frente a Talleres erró mucho, aunque por una noche brillante de Guido Herrera, pero también en el Superclásico. Esta noche, Borja también falló bastante de frente al arco, más allá de convertir el penal.

Me reviso, entreno cada día para no desenfocarme de lo que me corresponde que es el arco. Le doy las gracias a Dios que me permitió anotar y la confianza de Marcelo Gallardo fue fundamental porque pese a que vengo de varios partidos sin marcar y sin hacer buenos partidos me dio la confianza, espero en la Libertadores darle una alegría a él y a toda la hinchada”, reflexionó el colombiano.

Borja llevaba cinco encuentros sin anotar. Cuando sabía que era penal tomé la pelota y decidí patear al medio porque venía pateando seguido a ese palo y creo que elegí bien”, dijo sobre la correcta ejecución. Por último, palpitó la serie de Copa con Mineiro y anticipó: “Somos un equipo bravo, fuerte. Los que llegamos hasta acá somos fuertes, tenemos condiciones y va a ser un partido abierto, atractivo para nosotros los atacantes”.

Borja habló sobre la denuncia que recibió

La semana pasada y a causa de un supuesto dicho de uno de sus hijos, desde el colegio de los niños denunciaron a Miguel por posible violencia intrafamiliar. “He encontrado apoyo en lo personal y en lo familiar pero fue duro, uno como padre quiere lo mejor para sus hijos, los ama”, expresó.

Y agregó: “La decisión fue desafortunada para mí y mi familia, la puso en vergüenza y los abogados se van a encargar del tema, respeten a mi familia. La causa fue desestimada y archivada por la Justicia luego de que las pericias confirmen que no había signos de violencia intrafamiliar.