Se suele decir que River es familia, y prueba de ello es que casi todos los futbolistas que se van del club siguen vinculados de alguna u otra forma al Millonario. Incluso, varios vuelven. Y para algunos selectos casos, los gratos recuerdos son también recíprocos con la gente. Uno de ellos es sin dudas Carlos Sánchez, quien este domingo volvió al Monumental.
El uruguayo supo ser una de las grandes figuras del River de Marcelo Gallardo que en 2015 levantó la Copa Libertadores, en lo que fue uno de los primeros capítulos de la exitosa historia del Muñeco como DT del Más Grande. Por eso es que hasta su último día el agradecimiento y el cariño nunca se le escatimó. Y luego de algunos años, el volante se dio una vuelta por la cancha en la que recibió tantas ovaciones, pero con compañía especial: sus dos hijos.
Sánchez publicó una foto en sus redes sociales, posando dentro del Monumental y con el campo de juego de fondo. “Conociendo el Mas Monumental“, expresó el Pato, y recordó los “muchos momentos vividos“. El legado que ahora busca pasarle a sus hijos también fue tomado previamente por su medio hermano, Nicolás De la Cruz, quien hasta el año pasado vistió el Manto Sagrado.
Qué es de la vida de Carlos Sánchez
A sus 39 años, el futbolista charrúa se encuentra jugando desde comienzos de año en el Uruguay Montevideo FC, de la Segunda División uruguaya. Después de marcharse de River a finales de 2015, Sánchez tuvo pasos por Rayados de Monterrey de México, Santos de Brasil y Peñarol de su país natal, hasta desembarcar en su actual equipo.
La historia de Carlos Sánchez en River
Llegó a mediados de 2011 para reforzar el plantel que buscaría y conseguiría el ascenso a la primera división. Luego de eso, ya en 2013 fue cedido a préstamo a Puebla de México porque Ramón Díaz no lo tuvo en cuenta. Así, no formó parte del plantel que en 2014 conquistó el primer título de la era moderna.
Pero volvió para ganarlo todo: su regreso del país azteca coincidió con el arribo de Gallardo, quien no solo lo tuvo en cuenta sino que lo ratificó como uno de los pilares del equipo. En 18 meses, sumó 137 partidos, en los que hizo 28 goles y dio 16 asistencias. Y ganó una Sudamericana, una Recopa (hizo gol en ambas finales contra San Lorenzo), una Suruga Bank y una Copa Libertadores.