River se floreó en el primer tiempo ante Arsenal, de los equipos más débiles del torneo y hace varios meses ubicado en el último puesto de la tabla de promedios. Miguel Borja abrió la cuenta de carambola y a los 30 minutos Nicolás De la Cruz puso el 2-0 con un sablazo que se metió en el ángulo. El visitante no pudo ni siquiera hacer fuerza, por eso el Millonario se lo llevó puesto con facilidad.
Fue tal la superioridad que el equipo dirigido por Martín Demichelis pudo lograr que se levantaran los plateistas con algunos lujos. Primero fue Manuel Lanzini, quien tiró un centro de rabona en una jugada que luego casi termina en gol. Y después fue Santiago Simón, muy suelto para atacar, que se sacó a la marca de encima con un bellísimo caño.