Mientras los planteles de River y Boca atraviesan horas de ansiedad inevitable, Buenos Aires amaneció con intensas lluvias y tormentas. El pronóstico extendido tampoco ofrece garantías que acompañen el optimismo pensando en el normal desarrollo para la primera final de la Copa Libertadores a disputarse en la Bombonera desde las 17 horas.

¿Qué dice el protocolo de la Conmebol al respecto? Si bien no reúne suficientes precisiones al respecto, el Manual de operaciones contempla una serie de pasos a seguir en caso de que las condiciones meteorológicas influyan en un partido organizado por el máximo ente del fútbol continental.

No existe un parámetro previo por las intensas lluvias en la ciudad del estadio, pero sí una disposición preventiva por la actividad eléctrica. “El árbitro debe interrumpir el partido cuando se cuenten 30 segundos o menos entre el destello del rayo y el trueno. El Delegado del Partido debe orientar a todos dentro del campo que busquen refugio luego de la interrupción con mayor brevedad posible”, explica el artículo 8.3.3 del Manual de Operaciones.

Sin embargo, el panorama de esta mañana invita a tomar precauciones. Es por eso que la Conmebol envió personal a recorrer el césped de la cancha de Boca para revisar cómo se encuentra -ayer La Página Millonaria comprobó que se presentaba óptimas condiciones-, incluyendo un balón para que la pelota pudiera rodar.

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