Tras conocerse el fallo del Tribunal de Disciplina de Conmebol, en el que se decretó el exilio de River hacia otro continente para jugar la segunda final ante Boca, el equipo presidido por Daniel Angelici insistirá en ganar la Copa Libertadores por escritorio.

Alegando una brutal agresión hacia el micro de Boca (incidente que efectivamente ocurrió, pero en el que también surgieron mentiras y contradicciones por parte de dirigentes y futbolistas de ellos), el equipo de Barros Schelotto protagoniza un nuevo papelón que es el colmo de la victimización producida en Brandsen 805.

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Según manifestó Boca en su cuenta oficial de Twitter, y siendo fiel a un papel de ficción que parecen haberse creído hasta los propios protagonistas, el elenco Xeneize ha quedado disconforme por lo expresado en las decisiones tomadas en Asunción y recurrirá al Tribunal Arbitral del Deporte para ser proclamado acreedor del certamen internacional en una oficina.

“Tras las decisiones del Tribunal de Disciplina de Conmebol, Boca Juniors informa que no comparte los argumentos de las mismas y las considera claramente contrarias a los Reglamentos y precedentes jurisprudenciales, por lo cual se interpondrán los recursos que corresponden ante la Camara de Apelaciones de la Conmebol y, eventualmente, ante el Tribunal Arbitral del Deporte”, expresó Boca.

¿Qué más quieren hacer? Ya sacaron a River de su estadio, de su gente, de su país y de su continente. ¿Buscan condicionar el encuentro a disputarse en Madrid? ¿Quieren lograr otra victoria en los papeles? Porque que esta final se juegue fuera del Monumental ya es una batalla ganada por el eterno rival.