Matías Biscay es uno de los socios de Marcelo Gallardo para diagramar el trabajo de su querido River y llevar a cabo el día a día del Millo.

Pero detrás de este presente auspicioso, que tiene a La Banda como finalista de la Copa Libertadores y en donde el ayudante de campo será el técnico de turno (por la inminente sanción al Muñeco), existe una historia que enlaza a dos amigos en un camino realmente inquebrantable.

“Ellos son hermanos de la vida, del fútbol, desde infantiles en River. Tres de los cuatro jugaron en la misma categoría y Marcelo es dos años más chico. Pero andaban juntos siempre“, manifestó Juan Carlos Biscay, padre de Matías y ex árbitro del fútbol argentino, en LPM Radio.

Marcelo vivía en Merlo, y claro era un pibito que se le complicaba. Entonces le dije a Matías que venga a vivir a casa. Justo River le puso, a la semana siguiente, un departamento”, contó de forma risueña quien es el papá de una persona que cada vez se torna más importante en el mundo River.

También, luego de destacar la calidad humana del Muñeco y lo feliz que lo hace saber lo incondicional que es para con su hijo Matías, el Biscay mayor contó una anécdota que quedará entre las más graciosas: “Yo fui a ver el primer partido amistoso que ellos hicieron en Nacional, contra Godoy Cruz. Terminó el partido y me dice ‘viejo, ¿qué viste?’. Yo les dije ‘tienen un lindo equipo de oficinistas, je’. Empezaron a laburar, me sorprendieron porque después fui a ver más partidos. Recuperaron a Recoba, fue un jugador bárbaro. Evolucionaron y salieron campeones”.

Ya sobre el final de la entrevista, Juan Carlos reconoció que fue a ver la final entre River y Tigres en la que el Millo dio la vuelta en la Copa Libertadores (justamente, Matías era el técnico). ¿Volverá a estar presente en el Monumental para intentar repetir este suceso? “Vamos a hacer lo posible”, cerró.

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La locura vivida antes del penal del Pity Martínez ante Gremio: “Apagué el televisor. Después lo prendí de vuelta. Miraba para otro lado, y vi a mi señora que estaba rezando con una estampita. Después vino esa definición que muchos creen que es una pavada, ¿pero sabés lo que es? El arco se te achica, los nueve metros quince son doscientos metros. Es una cosa de locos, hay que estar ahí. El Pity hizo una cosa fantástica, patear de la forma en que lo pateó y la cuestión es que entró. Basta, ja”.

Las charlas con su hijo Matías: “Algunas charlas tenemos cuando viene Matías a casa. Hay un montón de conceptos que uno va sembrando y va observando. Me acuerdo la satisfacción de mi viejo cuando iba creciendo en el arbitraje y en el fútbol. Eso se incorpora porque cuando uno ve a los viejos disfrutar no se olvida nunca más. Es muy importante”.

¿Piensa Biscay en hacer su camino como entrenador? “A mí me cuesta mucho pensar eso, son hermanos de la vida. Se complementan. Se miran y ya tienen la respuesta inmediata. Y al margen de estar en el fútbol, es el contacto, la relación es igual. Admiro tanto a Marcelo, por la personalidad y la fuerza que tiene, la verdad es un tipo extraordinario. Y yo soy un agradecido por el apoyo que le da a mi hijo. No voy a terminar de agradecerselo nunca, realmente”.

La satisfacción de un padre orgulloso: “Las satisfacciones de los hijos, para los padres, se multiplican por mil. También las frustraciones. Es un tema. Acá estamos haciendo fuerza para que salga todo bien”.