“Gracias a todos”. Entre lágrimas, con una mezcla de sensaciones, Rodrigo Mora le habló a los hinchas de River en el estadio Monumental. “Di hasta lo que tenía”, manifestó el uruguayo mientras emocionaba a las 50.000 almas que desafiaron la fría tarde del sábado para darle una gran muestra de cariño a uno de los cinco hombres selectos que ganaron dos veces la Copa Libertadores vistiendo el manto sagrado.

Marcelo Gallardo, Enzo Francescoli, Norberto Alonso y Fernando Cavenaghi, miembros de la exclusiva lista de ídolos de la historia de River, se pusieron los pantalones cortos y participaron de la fiesta de Mora en Núñez. Una fiesta bien riverplatense, con muchas sonrisas y emoción.

El amistoso terminó 8-7 para el equipo que representaba a los campeones de la Libertadores 2015. Por supuesto que el resultado fue anécdotico. Sirvió para que durante sus 55 minutos Rodrigo pudiera marcar cuatro goles en favor del equipo del año 2015 y luego uno cuando utilizó la casaca del 2018.

Máximo, el hijo de Mora, cerró el amistoso con un tanto de penal. Antes de él también se anotaron en el marcador el actor Brian Buley con dos festejos -uno de ellos fue mediante un ‘penal’ que le ejecutó a Julio Chiarini desde la línea del área chica y contó con la complicidad del arquero-, Ortega -muy ovacionado-, Cavenaghi, el Muñeco, Marcelo Saracchi y Abel Ayala, otro protagonista.

La noche tuvo como condimento extra los divertidos relatos de Atilio Costa Febre, un arbitraje afín al show por parte de Pablo Lunati (inventó penales para aportar una cuota de humor) y la invasión reiteradas de las cámaras de Telefé. Un encuentro más informal que en cualquier plaza de barrio, pero con una enorme audiencia entre público y espectadores de TV.

Además, hubo canciones propias de cancha: desde “un minuto de silencio para Boca que está muerto” hasta “el que no salta, abandonó”, pasando por las estrofas de aliento al Más Grande. Así se vivió la noche de agradecimiento a Mora, multicampeón en River y querido por la gente.