La derrota de River ante Boca en el superclásico en Córdoba dejó mucha tela para cortar en materia de análisis táctico. ¿Cómo fue que el Millonario se puso 1-0, era dominador del trámite y casi que terminó pidiendo la hora en el segundo tiempo? ¿Hubo fallas de Demichelis en el planteo o directamente los responsables fueron los jugadores en la ejecución de mismo?

Lo más llamativo a nivel táctico de River fue la falta de orden a espaldas de los laterales cuando Boca empezó a venirse en el tramo final de la primera parte. Después del gol de Borja, de a poco el rival se fue envalentonando, el Millo se apichonó y comenzó a jugar sin la pelota, lo que menos sabe hacer.

En ese marco, se volvieron constantes los desbordes a espaldas de un Herrera desguarnecido (y sin la ayuda de Nacho Fernández) ante Lautaro Blanco y de un Enzo Díaz muy flojito cada vez que tuvo que marcar a Luis Advíncula. De hecho, por su costado llegó el gol del empate de Merentiel que cambió el partido.

Herrera y Nacho Fernández se distraen con la pelota en el centro de Advíncula y no se percatan de la presencia de Merentiel a sus espaldas.

¿Por qué Demichelis no corrigió la espalda de Herrera y Enzo Díaz?

La mayoría de los once titulares estuvieron muy lejos de mostrar un nivel deseado y de estar a la altura, pero si Demichelis desde el banco de suplentes notaba, junto a su cuerpo técnico, que los dos carriles eran ataques seguros para Boca. ¿Por qué no corregirlos? ¿Por qué no doblegarle la marca a Blanco y a Advíncula?

El Diablito Echeverri fue de lo poco rescatable en Córdoba. Foto: Getty.

El tanto de Merentiel fue un golpe anímico del cual River no se pudo recuperar. Salió al segundo tiempo con la sangre en el ojo por algunos minutos pero nunca lo pudo traducir en superioridad desde el juego, por eso Boca terminó encontrando el 2-1 por intermedio de Cavani y ahí el Millonario terminó de perderse en la cancha.