La derrota del Millonario frente a Talleres dejó algunas sensaciones encontradas. Por un lado, generó un sabor amargo por dejar tres puntos en el camino y también por haber sido superado en el juego por varios pasajes del partido. Y por el otro, la incertidumbre de qué habría pasado si el equipo de Martín Demichelis salía a jugar desde el vamos con el dibujo y los protagonistas que venían cosechando buenos resultados y un funcionamiento aceitado en los últimos partidos. El principal cuestionamiento estuvo en el ingreso de Salomón Rondón y en la salida de Rodrigo Aliendro, la rueda de auxilio de Enzo Pérez en la mitad del campo.
Martín Demichelis dio sus explicaciones en la conferencia de prensa posterior al partido en Córdoba. Argumentó que vio en Talleres un sistema similar al que utiliza Huracán y que creía que la clave del partido estaba en los duelos personales. “Veíamos que ellos se quebraban muchísimo a la hora de iniciar: (Rodrigo) Villagra por delante de la línea de cuatro, (Diego) Ortegoza era el que más alto se hacía y con los dos extremos, (Ramón) Sosa, (Diego) Valoyes, (Rodrigo) Garro y Michael Santos, partían el equipo cinco contra cinco. Nosotros queríamos defender en esa situación con seis jugadores y robar con Nico (De la Cruz), Nacho (Fernández) y Esequiel (Barco) más los dos puntas jugando mano a mano para hacer daño”, señaló el DT del Más Grande.
Más allá de las razones que brindó Demichelis, los números parecen respaldar a aquellos que creen que Rodrigo Aliendro no debería salir del equipo, más allá de cuestiones tácticas y estratégicas que se puedan presentar en cada uno de los partidos. Los números de River con y sin el mediocampista de Colón en el campo de juego son elocuentes: con Aliendro desde el vamos en el once titular, el Más Grande cosechó el 82.4% de los puntos, con 14 triunfos y apenas 3 derrotas en 17 partidos disputados. Cuando estuvo ausente los registros van en el sentido contrario: el Millonario obtuvo el 33,3% de los puntos, con apenas 1 victoria (frente a Tigre en Victoria), 1 empate (ante Atlético Tucumán) y 2 derrotas (Arsenal en el Monumental y Talleres el último domingo en Córdoba).
El volante de 32 años se convirtió en una pieza clave para la mitad de la cancha y los números así lo reflejan. Sobre todo desde aquel encuentro ante Arsenal, que marcó un antes y un después en el armado del equipo. Martín Demichelis buscó más equilibrio y control del juego y Rodrigo Aliendro fue una solución para el Millonario, que no sólo comenzó a hilvanar una serie de victorias sino que además encontró el funcionamiento buscado. La ausencia del Peti el domingo en el Kempes se sintió y Talleres lo aprovechó al máximo.