A lo largo de los últimos 30 años, han surgido muchos jugadores de la cantera de River que llenaron de orgullo al hincha por la gran carrera que hicieron. Sin embargo, Javier Mascherano no entra para muchos en esa lista debido al episodio que se vivió en la final del Mundial de Clubes 2015.
Enfrentando a River con la camiseta del Barcelona, durante la final en Japón se rompió para siempre el vínculo entre el jefecito y el hincha del Millonario a causa de una decisión de la cual el actual DT del Sub 23 se siente muy arrepentido: “La gente de River me va a odiar toda la vida… Y tienen razón. Le falté el respeto”, soltó.
Debido a que Mascherano le negó el saludo a varios hinchas que lo buscaron en Japón, el ex jugador fue muy insultado por la gente del Millonario y, según confesó en Clank!, siente que “ya no hay vuelta atrás” en su relación con la gente. Un error, el cual ya admite haber aceptado, pero que ya no tiene retorno.
El episodio de Mascherano vs. River que lo perjudicó
Recordando el momento y el motivo que lo llevó a ignorar a los hinchas que buscaban su saludo, Javier Mascherano puso sobre la mesa el cruce de River vs. Corinthians en 2006: “La gente me ovacionó de una manera increíble y el partido me superó totalmente”, confesó.
Ante este mal recuerdo, en dicho partido Javier Mascherano se fue expulsado además de jugar muy mal, el DT que estará en los Juegos Olímpicos París 2024 reveló que para la final del 2015 decidió “abstraerse de todo” para estar a la altura de la final.
La personalidad de Mascherano y el porqué de su decisión
Continuando con esta línea, Javier Mascherano se justificó por su decisión alegando que siempre tuvo una mentalidad que le exigía sacrificar diferentes cosas: “Fui una persona que durante gran parte de mi carrera me autoexigí demasiado. Demasiado responsable con las cosas”.
Admitiendo que esta posición le hizo “mucho daño” a lo largo de los años, sacrificando por ejemplo el cariño de la gente de River, Javier Mascherano se mostró arrepentido de su actitud pese a que confesó que no ve una vuelta atrás en la relación.