River cerró una fase de grupos de seis puntos, si hay que ponerle una calificación del 1 al 10. No es para tirar manteca al techo ni tampoco fue un desastre, porque convirtió cuatro goles en las últimas dos fechas y no le hicieron ninguno. Después de un arranque muy complicado, con una victoria en cuatro encuentros, se hizo fuerte en el Monumental y despachó tanto a Fluminense como a The Strongest con sendos 2-0.

En el balance de los seis partidos, hay pocos jugadores que mostraron un rendimiento parejo en todos los encuentros y uno de ellos es Esequiel Barco, completamente asentado como titular y siendo uno de los mejores en cada función del River de Martín Demichelis. Ya nadie discute su titularidad y se transformó en una pieza inamovible en ofensiva, uniendo los hilos, atacando y generando.

Desde el primer momento, Esequiel se tuvo fe para clasificar a octavos de final aún cuando la mano venía torcida. Así lo reveló Fernando Silvero, preparador físico de Barquito y también de Pablo Solari y Ezequiel Centurión cuando no se entrenan con el Millonario.

Consumado el pase a octavos de final, subió una captura de un mensaje de Whatsapp que Barco le había mandado luego del empate 1-1 con Sporting Cristal del 25 de mayo pasado, cuando parecía que River tenía un pie y medio afuera. “Amigooooo, dejá una calentura. Que bronca tengo. Vamos a clasificar amigo acordate“, vaticinó el ex Independiente. Y claro que cumplió.

La premonición de Barco