El Millonario se fue del Estadio José Amalfitani con caras largas y mucha preocupación luego de una partido totalmente olvidable. River no hizo pie en Liniers, fue superado de principio a fin por el equipo de Sebastián Méndez y recibió otro duro revés fuera del Monumental. Segunda derrota en la Copa de la Liga, donde quedó momentáneamente fuera de los cuatro equipos que clasificarían a los cuartos de final.
Más allá del tropezón ante Vélez, hubo un partido accidentado, en el que a River no le salió casi nada. Venía tan torcida la mano para el Millonario que en una jugada accidentada Pablo Solari estuvo cerca de lesionar seriamente a Santiago Castro, que terminó el partido con sangre en la nariz y un apósito. Fue una acción absolutamente casual y el pedido de disculpas alcanzó para que todo terminara en paz.
Claro que no fue la única jugada accidentada del encuentro. En una de las tantas acciones en el Amalfitani, Nicolás De La Cruz terminó lastimando a un espectador del equipo local. Se trata de un niño hincha de Vélez, que recibió un pelotazo del volante de River y tuvo que ir hasta el servicio médico del club para que lo revisaran. El joven simpatizante del Fortín aprovechó el momento y hasta pidió públicamente, en una nota televisiva, que el uruguayo le regalara su camiseta.
El niño terminó yendo a un hospital cercano al estadio para realizarse una placa y le confirmaron que sufrió una fractura. Sobre llovido, mojado. Así fue la noche de River en Liniers, en la que le salió todo mal, dentro y fuera de la cancha. Que pase rápido la tormenta y vuelva a salir el sol para el Millonario.