El superclásico es uno de esos partidos en los que juegan mucho más que los 22 protagonistas que ingresan a la cancha. Esta tarde habrá 83.200 hinchas de River en las tribunas de un Monumental repleto, que promete volver a vivir un recibimiento histórico y una fiesta inolvidable en las tribunas. Para eso habrá que esperar minutos antes de las 17.30 horas, cuando los equipos salten al campo de juego.
En la previa, los hinchas del Más Grande se hicieron sentir desde muy temprano. Las calles del Barrio River y alrededores se vistieron de blanco y rojo, como sucede cada vez que el Millonario se presenta en su casa. La única diferencia es que hoy es un superclásico y muchos decidieron arrancar el día muy cerca del Monumental. Por eso, a las 13.30 horas, cuando se habilitaron los molinetes y se abrieron las puertas del estadio, ya había una verdadera multitud en las inmediaciones.
Los primeros en llegar fueron los hinchas que viajaron cientos y hasta miles de kilómetros desde distintos puntos del país y también desde el exterior. Los micros de las filiales se hicieron sentir desde temprano, en algunos casos acompañados por bombos y elementos de percusión que permitieron encender el clima de los presentes. Algunos, los más ingeniosos, también arribaron con algunos estandartes que recuerdan al eterno rival y que forman parte de la naturaleza y del folclore del fútbol argentino.
Con el correr de los minutos el caudal de simpatizantes millonarios comenzó a ser más numeroso. Los ingresos funcionaron durante las primeras horas de buena manera: el ingreso fue fluido, no hubo amontonamiento de hinchas y todo transcurrió con absoluta normalidad y tranquilidad. Incluso en los accesos donde suele ingresar el grueso de los fanáticos que van a las populares, donde la llegada de la gente suele ser un poco más complicada.
El color de los hinchas se manifestó de muchas maneras. Más allá de los colores habituales del Más Grande, muchos optaron por arribar al Monumental con algunos símbolos que apuntan al eterno rival. La gran mayoría tenía que ver con la final del 9 de diciembre en Madrid, un momento eterno e inolvidable. Las camisetas y banderas alusivas al encuentro que se disputó en el Bernabéu.