Hay un largo camino que separa a los jugadores juveniles de la Primera División. Muchos pueden llegar hasta las categorías más grandes, incluído Reserva, pero para los que debutan como profesionales y logran mantenerse en el tiempo son unos pocos. Daniel Zabala está en esa lucha, tratando de deslumbrar en Reserva después de su debut informal para seguir “a tiro” del plantel comandado por Martín Demichelis.
Sumó sus primeros minutos con el Manto Sagrado en el amistoso con la U de Chile disputado en Salta en marzo pasado. Ingresó a los 74 minutos por Emanuel Mammana y cumplió uno de los sueños de toda su vida. Luego de superar un desgarro que lo tuvo un mes sin jugar, el zaguero central quiere recuperar su regularidad en Reserva.
La anécdota de su llegada a River
Daniel Zabala es uno de los tantos chicos que llegó como un desconocido al club, con perfil bajo y entre una multitud de niños que tienen las mismas aspiraciones, y de a poco se fue haciendo su lugar. Su primera prueba fue en 2016, en Hurlingham. Allí lo vio Gustavo Fermani, ex DT de la Reserva y hombre de mucho conocimiento en materia de juveniles, y lo acompañó a su siguiente paso con un entrenamiento en el Monumental.
“No tenía calzado y fui con zapatillas a la primera prueba. River me ofreció al toque unos botines jaja. Había muchos chicos, estaba nervioso, pero tenía fe. Y ahí quedé entre todos esos chicos, en Hurlingham“, le contó a La Página Millonaria luego del triunfo del pasado fin de semana ante Talleres en Reserva
“Siempre fui defensor central y me considero un jugador completo. Tengo marca, velocidad, juego aéreo, trato de manejar las dos piernas y trabajo para ser el mejor“, agregó sobre sus características de juego.