Mariano Elizondo, presidente de la Superliga, dejó la puerta abierta para que, concluido Rusia 2018, el campeonato argentino pueda ver, luego de cinco años, la presencia de ambas hinchadas como algo habitual.

El fútbol argentino es único. Y parte de lo que lo hace inigualable es el folklore, las gastadas, la pasión. En fin, esas cosas que le dan un marco espectacular a cada partido. Aunque, claro está, la prohibición de los hinchas visitantes le sacó buena parte de dicho folklore.

Hace rato que se pide la vuelta de ambas hinchadas a las canchas. No como algo esporádico, sino como costumbre. Y Mariano Elizondo, presidente de la Superliga, le admitió a Salimos Jugando, por Radio Zónica, que el regreso de los visitantes es una chance concreta.

“Estamos trabajando para ese tema, para poder tener una solución luego del Mundial de Rusia. Y tiene que ver con la vuelta del visitante. En realidad estamos trabajando con Seguridad de la Nación, con AFA y una de las comisiones internas de la Superliga, para que las canchas tengan mayor cantidad de gente y poder aprovechar los espacios que hoy no se venden entradas, que sería el famoso hincha visitante”, comentó.

“Para eso necesitamos la colaboración de todos, de los clubes, de la AFA, de los que hacemos la Superliga. Probablemente en el tiempo tengamos más novedades, pero la idea es volver a tener un fútbol más normal en el tiempo. No es fácil, no depende de una sola persona, hay que sumar voluntades y lograr una buena solución al respecto”, agregó.

¿Cómo sería el nuevo sistema? La Superliga trabaja actualmente con “Tribuna Segura”, medida con la que se debe llevar, además de la entrada, el DNI. Esto se incrementaría una vez que regresen los visitantes. Aunque el retorno de ambas parcialidades, en principio, se dará sólo en clubes que no puedan llenar el estadio con socios o abonados, para no perjudicar a los que abonan la cuota mensual.

Los visitantes fueron prohibidos luego de la temporada 2012-2013. Es decir, llevamos cuatro años y medio únicamente con hinchas locales, más los ‘neutrales’ permitidos, por ejemplo, en el Malvinas Argentinas de Mendoza. Ojalá la Superliga termine con ese mamarracho y le devuelva al fútbol argentino la fiesta de cada fin de semana.