(Incluye videos) A tan sólo 18 días de jugar la primera semifinal ante Guaraní, hoy se cumplen 19 años de la última Copa Libertadores de América que ganó River. Conocé la historia de un equipo prácticamente imbatible y lujoso.
Tras una década de espera, el 26 de junio de 1996 El Más Grande levantó por segunda vez en su historia el trofeo tan anhelado. Tal como en 1986, ocurrió ante América de Cali. Luego de perder 0-1 en Colombia, incluso con un penal atajado por Germán Burgos, dos goles de Hernán Crespo le dieron la vuelta olímpica al conjunto dirigido por Ramón Díaz, en su primera conquista como técnico del conjunto de Núñez.
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El Monumental se vistió de gala. Hubo un recibimiento impresionante, histórico. Digno de colección. Fuegos artificiales, un colorido imposible de sintetizar con palabras. River estuvo a tono. Doblegó a su rival. Le hizo sentir el peso de un equipo casi imbatible. Un River tan sólido como lujoso, repleto de figuras. Desde Enzo Francescoli, que regreso dos temporadas antes, hasta Ariel Ortega, pasando por Marcelo Gallardo, Matías Almeyda, Leonardo Astrada y Hernán Crespo.
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Aquellos hinchas que vieron a ese equipo lo recordarán eternamente. Quienes no tuvieron la posibilidad de ser contemporáneos o eran demasiados chicos están obligados a repasar videos una y otra vez. Semejante plantel lo merece. River tenía variantes. Si el titular tenía una noche floja, el suplente de turno tranquilamente se encontraba a la altura de las circunstancias para cumplir con las exigencias del caso.
¿El camino del Más Grande? Superó fácilmente la primera fase, donde compartió el grupo con San Lorenzo y dos venezolanos, Caracas y Minervén. En octavos de final, perdió 1-2 en Perú. Como local, goleó a Sporting Cristal, chilena memorable de Crespo incluida. En la siguiente instancia, se enfrentó nuevamente al Ciclón. La Banda eliminó a su rival y en semifinales hizo lo propio con Universidad de Chile. Almeyda hizo un golazo clave en Núñez. En la final, América de Cali sufrió como en 1986. ¿Se repetirá en este 2015? Cada vez está más cerca lo que en el tiempo quedo tan lejos. ¡A seguir soñando!
