"Si Vangioni vuelve será sin que a River le cueste un peso"

Matías Patanian explicó la situación del Piri y la traba que lo aleja de Núñez. Recordó el episodio del gas pimienta en la Bombonera, habló del ida y vuelta con la dirigencia de Guaraní y de su futuro en la dirigencia del club.

La atención en River está puesta en la posible vuelta de Vangioni. En las últimas, horas la chance de volver a contar con el Piri se enfrió, y anoche, en su paso por Arroban, Matías Patanian explicó la principal razón: “Ariel Rojas se fue de una forma muy especial y volvió de la misma forma en la que se había ido: sin que a River le costara nada. En el caso del Piri es lo mismo. Él tomó la decisión. Tuvimos no menos de 10 reuniones para renovarle el contrato con su padre que era su agente y no se pudo. River hizo un esfuerzo enorme, al límite de lo irresponsable y él tomó la decisión, válida, de irse al Milan. A River no le entró un peso. Y en este caso, si él vuelve, queremos que sea de la misma manera, nada más”.

“La principal traba es que River no tiene por qué pagar un fee al Milan cuando el Milan no le pagó nada a River cuando se fue. Y el Milan pretende que le paguen el fee. Si sigue en la postura de cobrar algo, no va a ser posible“, agregó.

El vice del club lamentó la salida del Piri del año pasado: “Entiendo que era un desafío muy importante para su carrera. Él había hecho toda su carrera en la Argentina con un dólar desdoblado, donde les costó el ahorro. Pero River le ofrecía un contrato bárbaro”.

Comparó los casos de Sánchez y Rojas: “Hicimos todo lo posible con todos. Son casos parecidos, jugadores cerca de los 30 años, que se desempeñaron siempre en el medio local, que no habían tenido gran capacidad de ahorro con un dólar desdoblado. Desde ese punto de vista, los entendí. Me dolió. Que a River se le toque un peso es como si me arrancás algo de mi corazón. Pero Rojas fue muy claro cuando volvió. Se hizo cargo, manifestó que se había equivocado, que había tenido alguna discrepancia con su representante en ese momento, que tal vez no le comunicó bien las ofertas de River”.

Cambiando de foco, contó cómo vivió desde su lugar la noche del 14 de mayo de 2015 en la Bombonera: “Estábamos arriba. Boca te da un palco que está muy cerca de los pupitres de prensa, en la segunda bandeja. Se veía bien, pero mejor se ve en el que está al ras del piso. Pero como nos fue muy bien en los dos primeros partidos, ya no nos quisieron volver a dar ese palco. Nos mandaron arriba. Debo reconocer que había tomado algo para estar más tranquilo, era la definición de la llave en la cancha de Boca. Fue un primer tiempo muy tranquilo, como lo dijo Román, Boca no había pateado al arco. De repente empezamos a ver que pasaban cosas extrañas, el movimiento de la manga, policías que se acercaban. Nos miramos con Rodolfo y fuimos para abajo sin dudarlo”.

Y bromeó: “Rodolfo estuvo mal porque me dejó 10 metros atrás. Entramos juntos y él pico y me dejó atrás”. De todas formas, no se arrepiente de la forma en que actuaron: “Lo volveríamos a hacer, estaban en riesgo nuestros jugadores y no sabíamos qué pasaba. No intentó ser nada más que eso”.

Tras el lamentable episodio, River tuvo un gesto poco reconocido con Boca en la Conmebol: “Lo que dijo River en ese momento, que fue meses después, es que vos te hacés cargo de una organización y hay 10, 15 tipos que pueden hacer echar todo por la borda”.

No le gustó nada polémica creada por la dirigencia de Guaraní en la previa a la ida: “Se sobreactuó una situación para intentar, creo yo, equilibrar las cargas dentro del partido. Si no, no tiene sentido. Dijeron cosas que no fueron tales, como que River pidió la ampliación del cupo, que no fue así”.

Entrando en la parte institucional y en las elecciones que se acercan, si Patanian se vuelve a postular como vice de River, le cerraría las puertas a la posibilidad de ser presidente: “Me dan ganas de ser presidente, pero soy muy respetuoso. Los procesos lógicos en River, siempre y cuando no te llamés Passarella, son de 8 años. Rodolfo merece que lo acompañe desde el lugar que convengamos. Tengo un costo de tiempos y de estrés enorme porque mi actividad laboral es fuerte, pero también siento que tengo un compromiso con Rodolfo para acompañarlo desde el lugar que me toque. Pero alguna vez me gustaría ser presidente”.

Por último, se refirió a los casos de doping que afectaron al plantel: “Hace tres años y medio se viene trabajando de la misma manera. River ha pasado cientos de controles antidoping en la Argentina, en Sudamérica, en el Mundial de Clubes, y siempre trabajando de la misma manera, con lo cual no entendemos lo que pudo haber pasado. Además, Camilo y Lucas son tremendamente sanos, como todo el resto del plantel. No entendemos y estamos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para demostrar qué pudo haber pasado”.

Y negó rotundamente las versiones que hablaban de la venta de Driussi para tapar un supuesto doping positivo: “Es una mentira más grande que una casa. Tres semanas antes que supiéramos los del doping, su representante se había juntado dos veces en una semana con nosotros para decirnos que tenía dos ofertas de Rusia y que el jugador había hablado con Marcelo y estaba dispuesto a irse”.

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El 38-38 en la AFA: “Fue una ironía del destino. Si lo hubiese escrito Scorsese, no lo hubiera hecho mejor. Nosotros desde que se dio lo de Grondona lo que intentamos fue manejarnos de la misma forma que en River. Hacer un diagnóstico de lo que está pasando, buscar tres o cuatro herramientas que nos sirvan para armar un proyecto, armemos un equipo y un presidente. Nosotros notábamos que en otros sectores se hacía al revés: primero al presidente y después todo lo demás. A partir de ahí seguimos una línea hasta el final. Hoy nos toca estar afuera, pero seguimos una línea que entendimos era la correcta y con sentido común”.

La Superliga: “Es un envase que le va a servir al campeonato argentino para venderse de otra manera, para comercializar productos que hoy no tiene, para que el exterior reciba un producto más profesional. Y después tratar de contentar a todos con fórmulas de ingresos con las cuales todos se sientan beneficiados”.

Arturo Mina: “Está interesado Cerro Porteño y un club europeo. Su agente está trabajando y creo que antes del fin de semana va a haber alguna novedad. De entrada llegó y jugó. Venía de dos años sin parar. Jugó la Copa América, la Copa América Centenario, el campeonato ecuatoriano, la Copa Libertadores hasta la final y llegó a River y tuvo que seguir jugando. Lo hizo a la altura. Después, tal vez pagó todo ese cansancio. Y River juega siempre con los centrales arriesgando en la mitad de la cancha. Aparte, apareció Lucas Martínez Quarta”.

Doping para todos después de Guaraní: “Es reglamentario. Está dentro de las atribuciones del reglamento y podía pasar. No nos sorprendió. No fue agradable, pero se podía dar”.

Esteban Rolón, jugador de Argentinos Juniors: “Es un muy buen jugador, pero todavía no hablamos de eso. Es un jugador con características más parecidas a lo que es Gago, diferentes a lo que hoy en River necesita el 5 que es Ponzio”.

Mercado de pases: “Leandro Vega se va a San Martín de San Juan. Barboza se queda en River”.

El gol que más gritó: “El de Funes al América de Cali. Era muy esperado. Veníamos del ’66, del ’76, del “nunca ganaron la Copa, nunca la van a ganar” que nos cantaban los de Argentinos Juniors. ¿Sabés cómo lo gritamos? Terrible, con toda mi alma”.

Gallardo: “Siento que hablo de una leyenda, de un tipo que está en la historia más grande de River. Un placer estar disfrutando esta historia desde un costado con él. Y un orgullo que todo haya comenzado en el living de mi casa, cuando nos juntamos con Marcelo y Enzo después del shock que fue la salida de Ramón. Si Ramón tardaba uno o dos días más en renunciar, Marcelo era técnico de Newell’s. Son cuestiones del destino.

Daniel Passarella: “Sin dudas, el mejor 6 de la historia del fútbol argentino. Tal vez uno de los mejores del mundo. Y un presidente desastrozo. El peor”.

Un jugador de Boca que hubiera querido para River: “Diego Latorre. Lo admiré toda la vida, lo sufrí porque se cansó de hacernos goles y me parece que era un jugador para River y no para Boca.

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