Se encendieron todas las alarmas en River, aún después de una muy buena primera parte en el Estadio Centenario de Resistencia a pura contundencia: se fue al descanso 2-0 con goles de Solari y Beltrán. Yendo hacia atrás, parece indestructible pero no lo es. Es humano.Franco Armani no salió a jugar el segundo tiempo en Chaco contra Defensa y Justicia y en su lugar ingresó Ezequiel Centurión con el buzo naranja y el número 33.

Al Pulpo no lo exigieron mucho en el primer capítulo, pero respondió de manera fenomenal las pocas veces que Defensa llegó hasta el fondo: entre él y Herrera salvaron lo que era el empate transitorio del Halcón y un rato después le sacó un cabezazo a Kevin Gutiérrez a puro reflejo. La pelota no fue a alguno de sus costados sino a donde estaba parado, pero tuvo que saltar para despejarla y en ese movimiento quedó sentido.

El partido estuvo parado unos minutos para que lo atendieran al Pulpo y en el banco de suplentes ya había signos de preocupación. Y lo que era una posibilidad terminó de confirmarse en el complemento: por un traumatismo en la ingle, el Pulpo no salió a jugar el segundo tiempo y Centurión se calzó los guantes para reemplazar al oriundo de Casilda, que hoy cumplió 200 partidos con el Más Grande y será preservado pensando en que faltan 11 días para el superclásico frente a Boca en la Liga Profesional. Es la primera vez que el Pulpo no completa los 90 minutos en un partido con el Millo.

Pese al lógico susto de los hinchas, al Pulpo se lo vio tranquilo en el banco de suplentes durante el segundo tiempo, sin ofuscarse ni mostrar gestos de dolor, por lo que todo indica que simplemente salió por precaución y estará para jugar ante el eterno rival. Solo algo gravísimo podría dejarlo afuera de semejante partido.

Luego del encuentro, el cuerpo médico confirmó que Franco Armani sufrió un traumatismo en el aductor de la pierna izquierda, producto de un choque que tuvo con Andrés Herrera a los 23 minutos de la primera etapa. Este jueves por la mañana será sometido a estudios médicos para determinar el grado de su lesión.