El 8 de agosto de 1971 fue un domingo muy especial para todos los hinchas de River, y sin saberse en ese momento también sería una jornada histórica para el fútbol argentino. Es que en aquella jornada iba a debutar ni más ni menos que Norberto Osvaldo Alonso con la camiseta de River, quien fue uno de los futbolistas más talentosos y excelsos de todos los tiempos y quien hoy es un ídolo y un ícono absoluto para el pueblo riverplatense.

 

Aquel día hace 50 años, el Más Grande enfrentaba a Atlanta en el estadio del Bohemio, en un partido correspondiente a la fecha 26 del Torneo Metropolitano de aquel año. El Beto comenzó el encuentro en el banco de suplentes, y el entrenador brasileño Didí lo hizo ingresar en el segundo tiempo en reemplazo de otro grande de la historia de River como Pinino Más, quien había sufrido una lesión.

A partir de aquella jornada comenzó una carrera de ensueño para Alonso, quien con su zurda celestial y su cerebro prodigio para jugar con y sin pelota enamoró de la noche a la mañana a los hinchas de River y llenó de fútbol a cada rincón del país y del continente. Los númros marcan que vistió la banda roja en 422 oportunidades, donde marcó 156 goles y obtuvo ni más ni menos que nueve títulos, entre ellos la primera Libertadores de la historia del club, en el año 1986, y la única Copa Intercontinental conseguida ese mismo año sumado a aquel Superclásico glorioso en la Bombonera donde convirtió dos goles, uno de ellos con una pelota naranja.

Además Alonso formó parte del equipo histórico de 1975 que rompió la sequía de 18 años sin salir campeón que arrastraba el club desde el año 1957. Tuvo un total de tres etapas en el club, la primera duró hasta 1976, regresó un año después luego de un breve paso por el fútbol francés y estuvo hasta 1981, y finalmente el último ciclo fue desde 1984 hasta finales de 1986. De hecho su último partido oficial fue justamente aquella final frente a Steaua Bucarest en territorio japonés.

Sin embargo su despedida definitiva dentro del Monumental se dio a mediados de 1987, en un partido homenaje que quedará por siempre en el recuerdo porque el estadio estaba verdaderamente repleto y fue una fiesta sin precedentes para lo que era aquella época. Además Alonso tiene colgada la medalla de campeón del mundo con la Selección Argentina ya que formó parte del plantel que se consagró en nuestro país en 1978 dando la vuelta olímpica en el patio de su casa, donde en ese torneo disputó tres partidos y entregó dos asistencias.

50 años después de aquel debut soñado, Alonso sigue siendo un referente para todas las generaciones de hinchas riverplatenses, y sigue muy de cerca todo lo relacionado al presente futbolístico e institucional del club. Porque no hace falta aclarar nada en el mundo de River cuando se habla del "Beto", un futbolista que traspasó fronteras de todo tipo y que supo representar como nadie el paladar que tanto caracteriza al club más grande del país.