Venía de ser uno de los mejores defensores en el campeonato con la camiseta de Racing, pero su paso por River inició con el pie izquierdo por una lesión que le detectaron en la revisión médica y terminó siendo un fiasco. Luciano Lollo pasó sin pena ni gloria por Nuñez, todo lo contrario a lo que se esperaba de él cuando estampó la firma a mediados de 2016. Gallardo se quedó con uno de los centrales de mejor presente en el ámbito doméstico y que terminó saliendo mucho más caro de lo esperado.
3 millones y medio de dólares fue lo que pasó el Más Grande por el 100% de su pase. Lo que pasó es historia conocida: un largo historial de lesiones hicieron que apenas jugara 16 partidos en tres temporadas, se fue a Banfield a préstamo y cuando el Taladro lo compró, River recibió unos míseros 250.000 dólares que ni de cerca cubrieron la inversión hecha por el defensor central.
En cada operación de compra/venta de jugadores, el club comprador, además de afrontar los compromisos de pago con la institución a la cual le adquiere un futbolista, también debe hacerse cargo de repartir el dinero correspondiente a mecanismos de solidaridad y derechos de formación (en caso de corresponder) a los clubes que intervinieron en la formación de ese jugador.
Club Atlético y Biblioteca Sarmiento, uno de los equipos en los que Lollo jugó durante su etapa juvenil, demandó a River y exigía el pago de los derechos de formación correspondiente a los “dos años y cinco meses” que el jugador estuvo en el club cordobés, es decir, un 1,75% del total de lo que el Millo le pagó a Racing. En junio de 2022 salió el fallo a favor de Biblioteca Sarmiento y desde Nuñez lo apelaron.
La sala K de la Cámara Civil frenó la condena en septiembre del año pasado y recién hace algunos diás, el 10 de febrero precísamenteyluego de revisar todo el expediente, dictaminó que River deberá abonar alrededor de U$S 50.000 a Club Biblioteca Sarmiento en concepto de derechos de formación.