River enfrentó a Colo Colo por la fase de grupos de la Copa Libertadores y ahí se empezó a conocer el nombre de Pablo César Solari en River. El Millonario derrotó al Cacique en ambos partidos -2 a 1 en Santiago y 4 a 0 en Núñez- pero en ambos partidos el mejor del elenco de Gustavo Quinteros fue el oriundo de San Luis. Pero además de conocer su calidad, los hinchas tuvieron la oportunidad de conocer un poco sobre su historia familiar y el fanatismo que tienen por River.

Sus padres le pusieron Pablo César por Aimar, sus hermanos celebraron su llegada a River con gran emoción y su padre afirmó que sueña que el Monumental cante por su hijo. Por su parte el Pibe declaró más de una vez post partido que es muy fanático y que vive con un sentimiento especial vestir el Manto Sagrado.

Pero todos esos detalles pasan a un segundo lugar cuando Pablo César Solari ratifica todas sus ganas de jugar en River con sus grandes rendimientos. Hasta el momento el Pibe suma seis partidos jugados con la camiseta del Más Grande –cuatro de ellos como titular- y anotó tres goles, dos a Newell’s y uno a Central Córdoba.

Más allá de los goles, que para un delantero son importantes, lo más destacable de Solari hasta el momento es que siendo tan joven aparentemente no necesitó un periodo de adaptación ni en cuanto a la idea del Muñeco ni tampoco físicamente: Solari no para de correr, colabora en la marca, puede jugar como extremo como también como media punta, más cerca del área y buscando asociarse con el punta de área, tal como sucedió con Borja el pasado domingo ante Central Córdoba.

Juega y hace jugar

Las condiciones técnicas y físicas de Pablo César Solari son dignas de destacar. El Pibe es muy rápido, nunca da una pelota por perdida y es solidario con sus compañeros tanto en lo que respecta a la presión como también en la búsqueda de sociedades. En los últimos partidos se lo bien muy bien jugando junto a Juanfer y a Palavecino. Ahora el desafío es mantener el nivel y de conseguirlo su carrera en River no tendrá techo.