En este momento, Emanuel Mammana es uno de los pocos jugadores del plantel de River que tiene asegurada la titularidad. Y se la ganó a base de grandes actuaciones, con el plus de que se sostuvieron con el correr de los partidos, algo de lo cual no todos los futbolistas pueden jactarse. Con un equipo que intenta hace tiempo salir de la irregularidad pero no termina de conseguirlo, el ex Zenit de Rusia se afianzó y le brindó solvencia a una línea defensiva que se estaba resquebrajando.
Llegó, le costó la adaptación al ritmo del fútbol argentino y no se sentía cómodo de lateral derecho (su último partido en esa posición fue en la derrota con Godoy Cruz en el Monumental). Por eso Gallardo, en busca de respuestas en el fondo que no aparecían, se decidió a probarlo a Ema como defensor central y ahí empezaron a surgir las soluciones, que se potenciaron con la titularidad de Javier Pinola de segundo zaguero tras las lesiones de Díaz y Martínez.
Y desde el partido con Gimnasia en Nuñeztodo fue mejorando. Pese a que River todavía no puede lograr un rendimiento sostenido que se refleje en los resultados, Mammana se transformó en una pieza inamovible de la defensa del Millonario, aportando solvencia (tanto por el piso como en el juego aéreo), salida limpia y sobre todo orden y equilibrio, algo que se necesitaba de manera urgente.
Los impresionantes números de Mammana en River
Desde que el defensor surgido en la cantera riverplatense se adueñó del costado derecho de la zaga, River solo recibió tres goles en siete partidos. Ante Newell’s fue el jugador con más eficacia de pases (96%) y el dato que asombra es que, en lo que va de la Liga Profesional, es el central que más recuperaciones promedia por cada partido (5.59). Ema volvió para quedarse.