Decir Ángel Amadeo Labruna es decir River. Y por eso cada 28 de septiembre el pueblo Millonario recuerda la fecha de su nacimiento de la manera que él hubiese querido: a pura celebración con los colores rojo y blanco impregnados en las pieles. 

¿Por qué Angelito es tan preponderante en la historia de River? "El Feo", como lo llamaban en su época, se hizo socio del club a los 10 años y comenzó a jugar al básquet, mientras a la par comenzaba su carrera futbolística en las Divisiones Inferiores del Más Grande. Poco tiempo después se inclinó exclusivamente por el fútbol, y ya nada iba a detenerlo hasta conseguir páginas llenas de gloria como jugador y entrenador.

Debutó en Primera División el 18 de junio de 1939, frente a Estudiantes de La Plata, y desde allí en adelante hizo una carrera ininterrumpida en Núñez hasta el año 1959. Y una vez retirado se convirtió en el máximo goleador de la historia del fútbol argentino, con 293 tantos., récord que ostenta hasta la actualidad.

Ganó 9 títulos de Primera División con la camiseta de River, incluyendo un tricampeonato en los años 1955-1956-1957. Además consiguió 4 copas a nivel nacional y 3 Copas Aldao a nivel Internacional, que se la disputaban el campeón de Argentina frente al campeón uruguayo. Como entrenador de River llevó al club a dar 6 vueltas olímpicas entre 1975 y 1980, mediante la obtención de cuatro Torneos Metropolitanos y dos Nacionales. El más recordado fue el primero, Metropolitano de 1975, ya que cortó una sequía de 18 años que llevaba River sin poder conseguir títulos. 

¿Y cuándo fue que surgió el "Día Internacional del Hincha de River"? El 18 de septiembre del 2003 la Comisión Directiva del Más Grande aprobó por unanimidad la iniciativa que en aquel momento fue impulsada por la Subcomisión del Hincha, donde se pedía que cada 28 de septiembre sea considerado como una fecha de celebración absoluta para el pueblo riverplatense, debido al natalicio del enorme prócer que marcó para siempre la historia del club.

Las razones por las cuales hoy se festeja están claras. Sólo resta disfrutar de este sábado bien riverplatense y homenajear de la mejor manera al gran Angelito, que ya tiene su merecida estatua inmortalizada en las puertas del Museo. Porque fue un hombre que representó de pies a cabeza el espíritu de lo que significa formar parte del club más grande, que fue un maestro a la hora de terminar las jugadas adentro de la cancha, y también de aplicar su docencia como entrenador a sus dirigidos cuando estuvo fuera del rectángulo de juego. Y porque con sus frases inolvidables sobre lo que significa River y también sobre lo que pensaba sobre el máximo rival con toda su picardía nos llenó de felicidad el alma. ¡Feliz día, hinchas de River!