(Barcelona – España) El de hoy no fue un partido más por un ingrediente insospechado: el sol. Después de una semana dura para ser argentino en España, River volvió a poner todo en su lugar.

Es una tarde de sol.

Frase hecha, sí, pero que remite inmediatamente a la alegría que le espera al hincha cuando se levanta, es fin de semana y juega su equipo. Promesa de fútbol, olor a gol, cantitos por la calle.

Lo remarqué en la primera nota que escribí en esta sección, una de las partes más jodidas de seguir a River desde el extranjero es el cambio horario. Además, ahora que es primavera en Europa, volvimos a cambiar el horario. Son 5 las horas de diferencia con Argentina.

Así, si tuviera que describir como una criatura fantástica al hincha de River en el exterior sería un vampiro. Hay un meme que siempre me saca una sonrisa que dice “¿sabías que los vampiros nos chupan la sangre porque al no poder exponerse al sol no producen vitamina D? ¿Alguna vez pensaste en eso? No, porque solo pensás en vos”. Ja, sonrisa de nuevo.

Sin ponernos técnicos, hay mil motivos por los que el ser humano necesita al sol. Es más, aprovechando la festividad, recordemos que prácticamente todas las religiones le rinden culto al sol. Desde el principio de los tiempos, estemos donde estemos, esa bola de fuego en el cielo es nuestra guía, nos mira desde arriba, nos da seguridad, calor, alimento y vida.

Nada te saca más de contexto con eso que te hace latir el corazón a la distancia como prender la tele y ver el sol radiante en el Monumental, mientras acá es de noche y hacen 15 grados menos. ¿Es esto real?

Por eso, cuando me enteré que tras el receso FIFA a River le tocaba el turno de las 11 de la mañana arrancó la sonrisa que sostengo mientras escribo esto. Parece una boludez, seguramente piensen que es una boludez, pero en 8 meses no vi un solo partido del Millo en igualdad de condiciones climáticas que ustedes. Y hoy, después del paseito post desayuno, me senté y mi ventana estaba a tono con el solcito tímido, intermitente, de Florencio Varela.

Mientras vos tomabas unos mates para levantarte, yo tomaba unos mates. Y vos que no me conoces estabas unido a mí, con el solcito, con la infusión, con lo que vimos en la pantalla. Con el Pity jugando con una cámara panorámica, permitiéndole ver toda la cancha a la vez y tomar la decisión correcta. Armani cortando todo después de ese descuido de la defensa. Morita y su caño sensual, que si no lo encontrás en youtube seguro en Redtube si. Pratto desmarcándose, señalando el pase y clavandola. River ganando de nuevo.

var _bp = _bp||[]; _bp.push({ “div”: “Brid_22596072”, “obj”: {“id”:”8683″,”width”:”800″,”height”:”478″,”video”:”214437″} });

Por casí dos horas Argentina y este tres ambientes en el código postal 08027 estuvieron en sincronía. Tanta igualdad hace un mundo de diferencia. Guardo los colmillos entonces, me pongo el protector solar. Hoy no soy más un vampiro de River, soy otro más.

Y si es cierto que la historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa, reutilizo una frase fea que hoy aplica en un tono hermoso a River: felices pascuas, la casa está en ordén.

+ GOLES: Los tantos de River ante Defensa y Justicia.

+ FOTOS: Las mejores imágenes del partido.

+ LA TABLA: Así están las posiciones de la Superliga.