Para cualquier niña o niño de corta edad puede marcarle un quiebre en su infancia el hecho de cruzarse y poder saludar asus ídolos del fútbol. Son marcas que quedarán para siempre, y momentos realmente inolvidables en esa etapa de sus vidas.

Así le ocurrió a un chiquito fanático de River que se acercó al entrenamiento del Más Grande en la ciudad de Los Ángeles. Una vez finalizada la práctica, los jugadores se acercaron a saludar a un grupo de chicos que estaban en el predio, y cuando Lucas Pratto se cruzó con este jovencito ocurrió un hecho muy emocionante.

Es que después de darle la mano al Oso, el nene se le tiró encima y le dio un abrazo enorme en el que tardó mucho tiempo en soltarlo, y luego no pudo aguantar la emoción y entró en lágrimas con una cara de absoluta incredulidad por lo que había vivido. Un gesto que sin lugar a dudas no olvidará nunca más. ¡Grande, Lucas!