El volante derecho del Millonario sigue sin encontrar el nivel que tuvo en Godoy Cruz o en su llegada al Monumental y la gente lo terminó despidiendo con silbidos por su bajo rendimiento ante Racing.
Llegó con la ilusión de ser el motor que le dé vida al mediocampo de River, pero a pesar de lo que insinuó en el primer semestre y toda la expectativa que generó en el público riverplatense, Carlos Sánchez terminó cayendo en un bajón del que no puede escapar.
Frente a Racing tuvo un partido discreto, no fue de los peores que ha jugado, sin embargo la gente dijo basta y despidió a Sánchez con silbidos, cuando el uruguayo fue reemplazado por el delantero Rodrigo Mora.
Hace tiempo que el Monumental murmura cada vez que el mediocampista toca la pelota y eso se nota en su juego. Si bien nunca pudo brillar, está claro que éste no es su nivel habitual y que le está faltando mucha confianza para no apurarse con la pelota, para tener más puntería a la hora de buscar a David Trezeguet y para jugar más suelto.
En el partido de la fecha 6 frente a Newell´s cometió un penal infantil que le dio vida al equipo rosarino y permitió que se lleve un empate de visitante. Y el público todavía no se olvidó de ese grave error. Encima, Facundo Affranchino ingresó bien frente a Vélez y también contra el conjunto de Avellaneda, porque lo que su titularidad indiscutida pasó a peligrar severamente.
El famoso paladar negro del fanático de River no es fácil de conmover y el uruguayo deberá tener un cambio rotundo en su juego para intentar revertir la relación con el público.