Cuando estaba por completar un primer tiempo para el olvido, Martínez anotó un golazo y cambió totalmente su mentalidad. Fue una máquina, marcó otro tanto y se convirtió en la figura del triunfo ante Quilmes.
Se moría el primer tiempo, River igualaba 1-1 ante Quilmes en un flojo partido colectivo y Gonzalo Martínez se encaminaba hacia la concreción de otros 45 minutos más que adversos. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, todo cambió para el mendocino. Y también para el equipo de Marcelo Gallardo.
Poco tiempo después de que Marcelo Barovero salve la segunda caída del arco de River, Martínez tomó el esférico, sacó un zurdazo estupendo desde media distancia y venció la resistencia de Walter Benítez, que no pudo hacer demasiado ante tal definición.
River se fue al entretiempo con la victoria parcial en el bolsillo y ese gran tanto significó un antes y un después en el rendimiento del volante. El Pity salió a jugar el segundo período con otra mentalidad, totalmente confiado y siendo una máquina difícil de detener para la defensa de Quilmes.
Su verticalidad se transformó en un arma que no encontró resistencia posible. Comenzó a dejar hombres en el camino y a generar repetidas infracciones. Como si eso fuera poco, capitalizó una buena maniobra de Nicolás Bertolo y facturó por duplicado, convirtiéndose en el hombre más determinante del encuentro.
+ El golazo de Martínez: