(Incluye video) El Cabezón explicó que siempre tuvo ganas de volver y que el retorno se concretó cuanto tuvo que darse. Pidió que el hincha lo entienda y se puso como meta lograr un título internacional.

Pasaron doce años y medio desde que se fue a Wolfsburgo tras brillar en el Clausura 2003. Tardó, pero volvió. Andrés D’Alessandro ya es oficialmente jugador de River y el Cabezón está ilusionado con volver a romperla junto al Más Grande.

“Los que viven momentos acá siempre quieren volver. River es un club diferente, juega por todo, siempre sale campeón. Y eso nos atrapa, nos llena de orgullo, nos llama de nuevo cuando estamos lejos, nos hace extrañar. Y no fue diferente conmigo. Si tardó o no mi vuelta, no lo sé, se dio cuando tuvo que ser”, comentó.

“Quiero agradecer al presidente y a Marcelo por la confianza, por abrirme las puertas del club. Intentamos ambas partes hacer lo mejor posible para que este sueño de volver a mi casa después de trece años se haga posible y la verdad que estoy muy contento, es un momento de emoción, ya dejando atrás todo lo que pasé en el club porque es una nueva etapa, llegando a un equipo que ganó todo y es un orgullo ser parte de este River de hoy. Nunca estuve enojado con el club, nunca tuve nada con el club desde que salí, pero se ha usado mi nombre. Entonces quiero valorar lo que hizo esta dirigencia”, agregó.

¿Cuál fue la clave para repatriarlo? “Fueron varios factores. Primero he hablado con el club, vengo hablando con Inter desde el año pasado, porque era la primera situación que tenía que definir con el presidente. Que si aparecía una posibilidad concreta de River la quería aprovechar porque me parecía el momento justo después de tantos años. Después, obviamente los contactos con River. Tuvimos un encuentro con el presidente, con Enzo, eso hizo que las cosas vayan creciendo. Desde que he salido del club nunca había pasado, es bueno aclararlo, siempre se ha usado mi nombre de forma política y ese no era el camino. Hoy no se usó, lo mantuvimos muy bien entre nosotros. Y la charla con Marcelo fue fundamental para que venga”, explicó.

El gran objetivo, dicho por el propio D’Alessandro, es la Copa Libertadores: “Estoy con hambre todavía, con ganas de jugar, de ganar cosas, de ser campeón. Esa deuda que no pudimos conseguir en 2003, 2002, de ganar un título internacional con el club, me parece que es un lindo momento. Es el subcampeón del mundo y para mí llegar a un club así es un orgullo”.

“Todavía no caigo. Voy a caer cuando me ponga la camiseta y esté con mis compañeros. Pero muy feliz, no sólo por mí, sino por mi familia también, para que mis hijos conozcan un poco más la historia de su papá en el club”, señaló.

Por último, le dejó un mensaje a la gente en el que pidió tirar todos para el mismo lado: “Espero que el hincha me entienda, que acompañe al equipo y que tengamos todos juntos un gran año. Conozco al hincha de River. Espero que se olvide de lo que pasó y podamos vivir momentos lindos en el club”.

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