Más de 1000 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires estarán a cargo de un operativo de seguridad donde estarán puestas todas las miradas después de todos los sucesos lamentables ocurridos en la última final de Copa Libertadores entre los equipos que se volverán a enfrentar el domingo.

Debido a todo el caudal de gente que se espera, las puertas del estadio abrirán a las 13 (el partido es a las 17). Pero el operativo propiamente dicho arancará a las 9, y el tránsito de las calles lindantes se cortará desde las 12 del mediodía.

¿Qué va a pasar con el micro de Boca? Es la pregunta del millón y donde se pondrá la mayor atención de la tarde. Está previsto que el camino a recorrer por el ómnibus visitante sea el mismo de siempre cuando visita el Monumental, es decir que accederán por Avenida Libertador y doblarán en Lidoro Quinteros, en la famosa esquina donde la policía en noviembre pasado liberó la zona y facilitó todo tipo de incidentes en las lejanías del estadio.

Aunque en esta oportunidad sí están previstas medidas de seguridad en dicha zona acordes al acontecimiento en cuestión. En principio la idea es desviara los hinchas de Riverpor las calles adyacentes unos minutos para que la esquina de Lidoro y Libertador quede sin simpatizantes en unradio de 150 a 200 metros. Una vez que el micro ingrese al estadio, se volverá a liberar la zona para el paso y el ingreso de la gente del Más Grande.

Las fuerzas de seguridad recomiendan a los espectadores asistir al estadio temprano, y como buen aperitivo desde las 14 horas se jugará en el Monumental el Superclásico de Reserva, una costumbre que se había perdido en el último tiempo en el fútbol argentino.