Franco Armani nunca te va a dejar a gamba. Nunca. Podrá alternar actuaciones estelares y otras no tanto,pero el arquero de River siempre aparece para salvar al equipo en situaciones límite. Pasó en la final de Copa Libertadores ante Benedetto, en La Bombonera. Ocurrió antes, en la semi ante Gremio y ante todos los hinchas brasileños. Y ahora,se repitió en Paraguay.
El primer tiempo ante Cerro Porteño llegaba a su finy La Banda caía 1-0 ante el Ciclónque no dejaba de atacar. Fue entonces cuando Federico Carrizo quedó mano a mano con Franco Armani y, sí,el Chili se hizo gigante: tapó el remate del Pachi y evitó que los de Russo igualaran la serie.
Allí empezó a gestarse la clasificación. Como tantas otras veces,una tapada del guardameta de River sirvió para la alegría del equipo. Esta vez, ayudó a clasificar a una semifinal ante el eterno rivalluego del antecedente de Madrid.