Un día como hoy, pero de 2012, Marcelo Barovero hacía su presentación en el arco de River. Fue contra Estudiantes de La Plata, por la segunda fecha del Torneo Inicial. El comienzo de una historia de ensueño.

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Llegó como un desconocido, alguien a quien miramos de reojo. Hay que admitirlo, no fue uno de esos refuerzos que generan una gran expectativa. Un arquero que se había destacado en Huracán, campeón con Vélez, pero del cual dudábamos de su capacidad para defender el arco más grande del mundo. Ojo, tampoco es que teníamos al Pato Fillol. El titular era Daniel Vega, quien pese a sus errores, había sido importante en el tramo final del ascenso.

Matías Almeyda dispuso que el Indio siguiera entre los 11 en el debut tras la vuelta a Primera contra Belgrano. Sin embargo, el 1 no aprovechó la oportunidad, falló groseramente y le dio el pie al Pelado para probar a Trapito en la segunda fecha. Así fue como el 11 de agosto de 2012, en La Plata y contra Estudiantes, Marcelo Alberto Barovero se probó por primera vez el buzo del Más Grande.

Aquella tarde lluviosa, River salió a la cancha con Barovero; Mercado, Maidana, González Pirez, Ramiro Funes Mori; Sánchez, Cirigliano, Ponzio, Lanzini; Rogelio Funes Mori y Trezeguet. Se impuso por 2 a 0 con doblete del mellizo delantero. El cordobés no tuvo demasiadas complicaciones para mantener el cero en su valla. Le tapó dos jugadas de riesgo a la Gata Fernández y jugó mucho con los pies.

El de Estudiantes fue el primero de sus 168 partidos oficiales en el club, y también el primero de los 72 en los que acabaría con el arco invicto. El puntapié inicial de un ciclo que lo vio ganar dos títulos locales y cuatro internacionales, siendo decisivo en cada uno de ellos. Y por sobre todas las cosas, el arranque de una etapa que lo consagraría como uno de los más grandes arqueros de la historia riverplatense.

¡Grande Trapito!