El domingo 9 de marzo de 1986, River Plate derrotó a Vélez Sarsfield por 3-0 y conquistó de manera brillante y a cinco fechas de su finalización, el Campeonato de Primera División 1985/86.

Tras la reestructuración realizada a fines de 1984, la AFA decidió que al año siguiente se disputara el último Campeonato Nacional en la primera parte del año y, a partir de julio, se disputara el Campeonato de Primera División adecuando su disputa al formato de temporada al estilo europeo, en lugar del tradicional año calendario.

Con una campaña impresionante (que se va a analizar en una futura nota) y digna de los mejores equipos de la brillante historia riverplatense, el equipo millonario dirigido por el Bambino Veira y con la figura estelar de Enzo Francescoli, llegó a la fecha 33 con la posibilidad de salir campeón, siempre que superara a Vélez y Deportivo Español, el escolta, cayera contra Argentinos Juniors.

En esa soleada tarde, el equipo salió con el uniforme totalmente rojo con vivos blancos, sorprendiendo a toda la multitud que llenó el Monumental como hacía tiempo no sucedía y superó con facilidad a Vélez con tantos de Héctor Enrique, Néstor Gorosito y, para redondear la fiesta, uno de penal de Francescoli.

El festejo fue inolvidable pues no se puede soslayar que hacía casi cinco años que River no ganaba un título. Si bien la ilusión ya estaba en marcha, pocos imaginaban que era el primer paso para uno de los años más importantes de la historia de River, en dónde se iban a conquistar las hasta entonces esquivas Copas Libertadores y Europeo-Sudamericana.

En la imagen, el equipo de aquella tarde inolvidable. Arriba: Jorge Gordillo, Nelson Gutiérrez, Américo Gallego, Nery Pumpido, Oscar Ruggeri y Alejandro Montenegro. Abajo: Luis Amuchástegui, Héctor Enrique, Claudio Morresi, Enzo Francescoli y Roque Alfaro.