10 años de sequía. 10 años pasaron para que River pudiera volver a consagrarse campeón en Reserva. Y bien merecido lo tiene, después de un 2024 en el que siempre peleó arriba con Marcelo Escudero como técnico. Quedó en el camino en el primer semestre (Lanús lo eliminó en semifinales), tuvo revancha y la aprovechó: despachó a San Lorenzo en la final y se quedó con el título.
En la primera ronda, los dirigidos por Escudero disputaron 14 partidos y solo perdieron dos, por eso se quedaron con el liderazgo de la Zona A que les permitió jugar todos los partidos mata mata en condición de local. Solo cayó ante Argentinos como local (0-3) y Banfield de visitante (0-1).
Cosechó nueve victorias, tres empates y dos derrotas, con 26 goles a favor y solo nueve en contra. Una vez entrada la fase final, derrotó a Defensa y Justicia por 2-0 en octavos de final, repitió ante Rosario Central en cuartos de final por 2 a 0 y le tiró la camiseta encima a Newell’s en semifinales con un 4-2 eléctrico.
Sumado los dos tantos en la final ante San Lorenzo, el Millonario termina la Copa Proyección con 36 tantos a favor: Tomás Nasif y Agustín Ruberto, con seis festejos, se erigieron como los máximos goleadores de un plantel que tuvo a otras grandes figuras. Felipe Álvarez, Elián Giménez, Ian Subiabre, Lisandro Bajú, estandartes que jugaron casi todos los partidos y nunca bajaron su nivel.