Paulo Díaz y Maximiliano Falcón se llevaron toda la atención en el final del partido entre River y Colo Colo en Chile. A falta de pocos minutos para el pitazo, ambos defensores se fueron expulsados por el árbitro Raphael Clauss luego de una gresca entre ellos que tuvo empujones, manotazos e insultos antes de que Lanzini tirara un córner desde el lado derecho.
La pelea tuvo tres tramos. En el primero, los dos terminaron en el piso, se levantaron y Clauss los advirtió. El clima se fue poniendo más caliente y el juez volvió a advertirlos ya que se seguían toqueteando y empujando. A la tercera, Clauss se hartó y les mostró la segunda amarilla a ambos (ya estaban amonestados) y por ende la roja.
Aún después de ser expulsados, Díaz y Falcón se siguieron diciendo de todo mientras se dirigían a los vestuarios (tuvieron que cruzar toda la cancha) y fue ahí donde el defensor uruguayo del Cacique lo invitó a pelear al chileno. Le hizo un claro gesto con el brazo de “vení vení y la seguimos allá”. Paulo no entró en esa y Armani lo pudo calmar mientras caminaba hacia los vestidores.
Según pudo averiguar La Página Millonaria, cuando los jugadores se cruzaron en el vestuario hubo un nuevo empujón entre ellos, algunos gritos e insultos pero intervinieron los jefes de seguridad de ambos planteles y por eso la tensión no escaló demasiado.
¿Paulo Díaz y Falcón podrían haber sido detenidos?
Lo que no se sabía ni se vio en el post partido es que, según información del medio chileno ADN Deportes, Carabineros, la policía encargada del operativo de seguridad en el Monumental David Arellano, habría buscado llevarse detenidos a ambos futbolistas pero finalmente eso no ocurrió por gestiones de ambos clubes para que la cosa no pasara a mayores.
“Carabineros llegó al recinto de Macul con la intención de detener a ambos jugadores. No obstante, hubo gestiones de ambos clubes para que los jugadores quedaran libres“, informó el citado medio acerca de la tensa situación que se vivió anoche. Desde River le desmintieron rotundamente a LPM que haya sucedido algo así con la policía. Por lo pronto, lo único seguro es que Paulo no va a poder jugar la revancha y eso significa un gran dolor de cabeza para Marcelo Gallardo a la hora de armar el equipo.