Lionel Messi hizo asustar a todos en el primer tiempo del partido frente a Chile en el Metlife Stadium. Promediaba la primera parte y el 10 empezó a tocarse el aductor de su pierna derecha. Miró algunas veces al banco de suplentes, como si estuviese por pedir el cambio, aunque por suerte eso no ocurrió.
Aprovechando el parate mientras atendían a Gabriel Suazo, Messi se acercó al banco para ser masajeado. Le aplicaron un poco de frío en la zona y pudo seguir en la cancha. De hecho, al ratito de encender las alarmas casi marca un golazo con un remate de zurda que se fue besando el palo.
Por ahora, el capitán argentino no volvió a mostrar gestos de dolor y seguramente continuará en el campo de juego. Claro está que ante la primera señal de que está exigiendo su físico, Messi levantará la mano y pedirá el cambio, sabiendo que el sábado se viene el partido ante Perú.