Esta tarde el partido entre River y Boca tendrá una significancia especial para muchos jugadores pero también para el propio director técnico. Martín Demichelis llegó al club para agarrar un fierro caliente que significaba suceder a Marcelo Gallardo, el DT más ganador de la historia, y enseguida conformaron un cuerpo técnico que conoce al club y al Muñeco. Javier Pinola y Germán Lux rodearon al técnico, que asumió oficialmente en noviembre de 2022.

Si bien el escepticismo fue muy grande por parte de los hinchas al comienzo, la gran campaña en la Liga Profesional revirtió esos conceptos previos. River ganó con autoridad el torneo, se hizo muy fuerte de local (ganó 18 partidos consecutivos allí y va por más) y tuvo una fase de grupos complicada en Copa Libertadores, pero le ganó con autoridad a Fluminense en su cancha. Y luego en los octavos lo mismo ocurrió con Inter de Porto Alegre.

Pero después del Inter, en el partideo de vuelta a comienzos de agosto, algo se quebró a nivel futbolístico. La pobre imagen del equipo que no hizo pie en Brasil y la posterior eliminación por penales, terminaron con la ilusión de la copa para uno de los candidatos a ganarla. Desde allí, todo fue magro para el equipo: rumores de peleas en el vestuario, dos partidos perdidos de visitante y otro empatado, más los tres de local ganados que jugó. Es decir, no está en una situación desfavorable en la tabla de la Copa de la Liga, pero el Superclásico será para Demichelis una prueba de carácter.

¿El técnico de River se juega la continuidad en el Superclásico?

Es incierto saber qué será del futuro de Martín Demichelis más allá del Superclásico que jugará con Boca. Lo cierto es que en el Monumental ganó con autoridad, aunque el tanto fue en el último minuto gracias al penal que convirtió Borja. Sin embargo de un tiempo a esta parte y muy rápidamente la imagen del DT y del plantel se desdibujó. Por eso el Beto Alonso lo dejó claro en diálogo con TyC Sports: River ganará y dejará atrás la mala racha de visitante (uno ganado de 14).

Al igual que en el 2014, jugarle a Boca en La Bombonera y ganarle puede significar el despegue futbolístico de un equipo que tiene más dudas que certezas y no sabe como ordenarse. A Ramón Díaz le sirvió y mucho el 2 a 1 el día del Ramirazo, ya que encausó las cosas para el torneo de Transición 2014 y lo terminó ganando en la última fecha en el Estadio Monumental, con la goleada por 5 a 0 ante Quilmes. ¿La historia se repite para el elenco de Demichelis?