No son tiempos fáciles para los clubes argentinos. Sobre todo para aquellos que apuestan fuerte a las divisiones inferiores, a la formación de jóvenes talentos y al desarrollo de cracks. En instituciones que son vidriera, como es el caso de River, los jugadores que aparecen desde el semillero duran cada vez menos tiempo en el club. Y es algo que va mucho más allá de la intención de las partes. Los contratos que reciben y tienen sobre la mesa los juveniles son inalcanzables, más allá del sentido de pertenencia y el amor por el club que los formó desde muy pequeños.
Es un poco el caso de Claudio Echeverri, que viene siendo noticia desde que tenía 11 años. La joya de las inferiores de River explotó demasiado chico, se hizo viral antes de tiempo y esto jugó en contra para el Millonario. A la hora de sentarse a negociar con el futbolista, todavía infantil, el Más Grande tuvo que resolver cuestiones poco habituales a esas edades. Al menos en el 99,9% de los casos, no dejan de ser chicos que juegan a la pelota y que no tienen ni idea lo que es un cotrato. Con el Diablito pasó todo lo contrario.
Si siendo un jugador infantil Claudio Echeverri acaparaba las miradas de todo el mundo y sus primeros goles formaban parte de los noticieros deportivos, una vez que saltó al fútbol juvenil comenzó a dar pasos agigantados. Subió a Reserva con 15 años y en su debut marcó su primer gol. Mientras tanto, sus compañeros de categoría estaban peleando el torneo de Séptima División. Como para tomar dimensión de una realidad y la otra.
A principios del 2023, Claudio Echeverri estampó la firma y selló su primer contrato profesional con 17 años recién cumplidos. Antes, hubo una dura y extensa negociación su representante, el italiano Enzo Montepaone. En la intimidad, los directivos de River reconocen que fue más difícil de llegar a un acuerdo con el agente del Diablito que con la gran mayoría de los futbolistas del plantel de Primera. La mano comenzó torcida desde ese entonces.
Esta es la principal razón por la que Claudio Echeverri firmó un contrato corto, por dos temporadas, hasta diciembre del 2024. La clásula de 25 millones de euros, extendible a 30 dentro de los últimos diez días del mercado, fue otro de los temas que demoró la rúbrica del contrato. Desde la representación del jugador querían un mecanismo de salida bastante inferior, pero terminaron acordando.
El Mundial Sub 17 y la palabra incumplida
El Diablito perdió protagonismo en el segundo semestre del 2023. Jugó poco y nada durante la Copa de la Liga Profesional, en la que Martín Demichelis apostó por otras opciones. Y es algo que molestó en el entorno cercano de Claudio Echeverri. Mientras el crack chaqueño repartía sus días entre los entrenamientos de la Selección Argentina Sub 17 y el Millonario, desde la Secretaría Técnica del Más Grande intentaban encaminar una negociación para renovar su contrato que atravesó vaivenes.
En ese ida y vuelta con el agente del Diablito, avanzaron en algunas cuestiones, pero hubo momentos en el que Enzo Montepaone no atendía directamente el teléfono. Cuando lo hizo, hubo una promesa de firmar un contrato que se fue dilatando. Llegó el momento de viajar a Indonesia para jugar la Copa del Mundo Sub 17 y la explosión del chaqueño fue total. Estaba la palabra de que Claudio firmaría el contrato a su regreso, pero nada.
Mayor protaognismo para el Diablito Echeverri
En ese tira y afloje, se tomaron decisiones deportivas que apuntaron a cambiar la postura firma del Diablito y su agente. Entró a jugar el segundo tiempo contra Rosario Central en el Estadio Kempes y fue titular por primera vez en el Madre de Ciudades, nuevamente contra el Canalla, pero esta vez por la final del Trofeo de Campeones.
Jugó un gran primer tiempo contra Rosario Central en la última final, pero al final del partido lanzó un bombazo que descolocó a todos: “No voy a renovar con River”. Quisieron suavizar su declaración, pero fue la expresión más sincera de Echeverri en mucho tiempo.
¿Qué más puede hacer River para retener a Claudio Echeverri?
El bombazo que soló el Diablito en Santiago del Estero retumbó fuerte en Europa, especialmente en Cataluña y en Manchester. Por un lado, porque Barcelona viene siguiendo al chaqueño desde hace varios meses y tiene serias intenciones de elevar una oferta por él. Por el otro, el City de Guardiola ya se comunicó con su familia y su agente. Los Ciudadanos también están dispuestos a realizar una fuerte inversión por la joya de las inferiores de River.
En este contexto, parece casi imposible de retener. El jugador en la intimidad habló con el presidente Jorge Brito y también con Martín Demichelis. Pidió disculpas por lo que dijo públicamente y por activar una bomba que más temprano que tarde iba a detonar. Van a intentar convencerlo de que siga en River, de que todavía tiene mucho por madurar y que en el 2024 tendrá muchísimo más protagonismo en el equipo.
La intención de River es extender su contrato al menos por una temporada más. Sabiendo que del otro lado hay clubes muy poderosos que están dispuesto a llevárselo en el futuro inmediato. La idea de elevar la cláusula de salida es una batalla casi perdida desde el vamos: el principal objetivo pasa ahora por disfrutar deportivamente al crack de las inferiores hasta fines de 2025. Y en caso de no poder subir la rescisión del Diablito, quedarse con una plusvalía pensando en una futura venta.