Llegó a River a mediados de 2017 y supo ganarse el cariño de los hinchas. Sin embargo, inclusive antes de haber jugado en Rosario Central, Javier Pinola dejó un legado inmenso e inigualable en Núremberg (su ex club de Alemania).

Allí, el defensor central supo jugar varios años de su trayectoria (diez para ser precisos, entre 2005 y 2015) y alcanzó la Copa de Alemania en 2007 estando en segunda. Luego llegó el ascenso a la Bundesliga, en 2009. Y si bien tiempo después Nuremberg perdió la categoría, allí estuvo su referente e ídolo para quedarse en las malas y devolver al equipo al lugar que siempre quiso ocupar.

Tal fue la magnitud de lo conseguido por el emblema del equipo, tanto por sus actuaciones en defensa como por su proyección en ataque y sus intervenciones para marcar tantos o asistir, que cuando Javier decidió marcharse a Rosario Central en 2015 recibió una despedida que muy pocos futbolistas en el mundo pueden ostentar.

Pero esto no es todo, tiempo después de su adiós se decidió que un sector del Grundig Stadion lleve su nombre. Sí, a fines del mismo 2015 se oficializó que una parte de este recinto que vio brillar a Javier Pinola se llame como él.

¿Las estadísticas del número 22 de River en Núremberg? 442 partidos, 22 goles y una tribuna con su nombre y apellido.