La previa del partido ante Godoy Cruz, en el estadio de Lanús, fue sumamente caldeada. La llegada de diferentes facciones de la barrabrava y la represión policial a muchísimos hinchas genuinos que fueron alentar a River transformaron una jornada festiva en un verdadero caos. Fruto de esto, 51 personas fueron apresadas. Y la mayoría ya salió en libertad.

Por orden de la Unidad Fiscal de Investigación Número 2 Descentralizada de Lanús, y al no poder comprobar el origen de los otros elementos de la causa, 49 de esos 51 presos quedaron en libertad (aun con muchos de ellos acreditando antecedentes penales).

 

Los únicos dos que quedaron en prisión fueron los hermanos Ángel y Luis Eduardo Peralta. ¿Por qué? Porque a ellos fue a quienes se les comprobó la tenencia de armas de fuego.