El retiro de Leonardo Ponzio está cada vez más cerca. Tiene contrato con River hasta el 30 de junio de 2020, y todo dependerá de cómo se sienta él para continuar. “Si veo que mantengo el nivel es porque puedo seguir", expresó en reiteradas ocasiones el capitán.

El día en que llegue su salida del Millo, el club necesitará a alguien de la talla del León para adueñarse del mediocampo. Y Bruno Zuculini, quien cada vez está agarrando más ritmo en Núñez, considera que puede ser su heredero.

 

En una entrevista que le concedió a La Nación, e joven de 26 años expresó: "Siento que lo puedo hacer. Después, hay momentos y partidos, con un equipo de por medio. Pero no pienso en mí, pienso en lo colectivo, en cómo ayudar a los defensores y los volantes que tengo cerca. Puedo estar mejor o peor, pero estoy dispuesto. Después, Gallardo decidirá si soy titular o suplente".

"No me pesa porque me entreno para eso, para que me vaya bien, ganar y que vengan encuentros importantes. Para nosotros todos los partidos son finales y tratamos de jugar como si fuera la última chance", añadió el volante central.

¿Cómo analiza su presente en River? "Me siento cómodo y trabajo para que lleguen momentos importantes. Después está en el técnico decidir quién juega. Trabajamos de lunes a lunes todos por igual para convencerlo. Y cuando ganás y jugás bien, me reconforta y me dan más ganas de seguir entrenando fuerte", aseguró.

Incluso, Zuculini resaltó que se encuentra más adaptado al club: "Era cuestión de tiempo, había llegado a un gran club y tenía que acomodarme a las exigencias. Debía entrenar para estar alerta a lo que me pidiera el DT. Hoy pretendo seguir aprendiendo, siempre ayudado por Gallardo, su cuerpo técnico, mis compañeros y toda la gente que trabaja acá adentro. Hay un gran ambiente para sacar lo mejor de cada uno".

Por otra parte, el mediocampista fue autocrítico al recordar su paso por Europa, donde tuvo la chance de jugar en Manchester City, Valencia, Córdoba, Middlesbrough, AEK Atenas, Rayo Vallecano y Hellas Verona entre 2014 y 2017: "No estuve a la altura, no estaba mentalmente preparado para competir en Europa. La culpa fue mía. Soy mi primer crítico y sé que no tuve mi mejor versión. Pero, si lo miro desde otro lado, fue positivo. Nunca me había pasado no jugar o no concentrar y me hizo crecer. Me fue mal, tuve lesiones y fue responsabilidad mía, pero fue cuando más crecí y aprendí".

"No estaba preparado. Era muy chico, tenía 20 años, pensaba que había hecho algo acá y no había hecho nada. Me relajé, no entrené al 100%, creía que con vivir en Europa ya estaba. Y me equivoqué, por eso me fue como me fue. Traté de sacarle lo bueno a lo malo y lo valoro porque aprendí a aprovechar como lo hago hoy", añadió Bruno.

Incluso, Zuculini advirtió que en el Millo se entrena más a consciencia que antes: "Siempre traté de ser lo más profesional posible, con vaivenes como todos, pero entrenando al máximo para el día del partido correr 90 o 95 minutos. Y hoy me cuido en todo. Es mi trabajo, amo lo que hago y soy un privilegiado. Nos debemos a un gran club y creo que lo mínimo que podemos hacer es dar todo para estar a disposición".

 

+ MÁS DE ZUCULINI:

Diferencias entre su 2018 y su 2019 en River: "Crecí, agarré confianza, tuve más participación y entendí qué era lo que tenía que hacer. En un equipo que ataca tanto, con entre siete y ocho jugadores en ataque, mi rol es defender para volver a atacar. Es lo que pretendo hacer y entrenar: estar tácticamente ordenado para recuperar y jugar".

En un año con River ganó dos títulos (Supercopa y Libertadores): "Son momentos inolvidables. No había tenido nunca la chance de salir campeón y River me la dio al mes y me la volvió a dar al año. Las finales de la Copa Libertadores fueron 40 días de locura, se hizo muy largo y difícil esperar el partido en Madrid, pero estábamos convencidos de lo que teníamos que hacer: jugar donde nos toque y sacar el partido adelante. Por suerte se dio y ojalá se vuelva a repetir".

La importancia de un buen grupo de trabajo para conseguir los objetivos: "Acá hay una familia muy grande que lucha y trabaja al máximo por lo mismo. Cada uno es feliz en lugar en el que está y tenemos 20 o 30 personas detrás que nos ayudan y son muy valiosas para nosotros. La gente no conoce sus caras, pero son importantes. Ser una familia te da ventaja sobre el resto".