River logró su objetivo principal y ya está clasificado a los octavos de final de la Copa Libertadores 2024. Además lidera cómodamente su grupo y tiene chances concretas, si vence en su último juego de local al Deportivo Táchira, de quedar como el mejor primero y obtener el derecho a definir siempre en el Estadio Monumental.

Fue una noche redonda para River. Volvieron los aplausos para Martín Demichelis y sus jugadores. La gente entendió que era momento de apoyar. Que transmitir buenas energías es mejor que boicotear. Fue a la cancha a jugar su partido. Contagió al equipo desde afuera y este se lo devolvió ganando bien y con autoridad ante un rival serio y ordenado.

La victoria fue más trabajada que reluciente. Libertad ponía mucha gente detrás de la línea de la pelota y aun sin refugiarse en su área, se agrupaba bien defensivamente y eso le quitaba espacios a River. Se hacía difícil juntar pases, triangular o elaborar juego. Un poco por el sistema paraguayo y otro porque tanto Nacho Fernández, Rodrigo Aliendro como Diablito Echeverri estaban imprecisos y discontinuos en sus aportes. Intentaban, pero no siempre podían. La pedían, participaban, pero alternaban buenas y malas. No fluía el juego pero el equipo jamás se resignó y siempre lo fue a buscar. Encontró nuevamente buenos movimientos ofensivos en sus laterales.

Festejo con baile incluído para Borja junto a Fonseca. (Foto: LPM / Diego Haliasz).

Festejo con baile incluído para Borja junto a Fonseca. (Foto: LPM / Diego Haliasz).

El DT ratificó a Agustín Sant’Anna y Milton Casco después sus buenas actuaciones ante Central Córdoba en lugar de los cuestionados Andrés Herrera y Enzo Díaz. Acertó Demichelis con la decisión. Sin tener el brillo individual del domingo pasado otra vez tuvieron un buen partido. Quien tambien mejoró su imagen fue Rodrigo Villagra. Más activo en la marca y mejor con la pelota. Si mantiene su crecimiento seguramente en pocas semanas el tema del 5 de River ya no será discusión.

Y para finalizar con el repaso de los rendimientos individuales destacados, las dos grandes figuras de la noche fueron Paulo Díaz y Miguel Borja. El chileno fue impasable. Ganó de arriba, de abajo y se desdoblaba para cubrir las espaldas de sus compañeros. Fue la garantía necesaria para esta clase de partidos. El único llamado de atención es alguna salida confiada desde el fondo que pudo comprometer al equipo con un mal pase. Por su parte, el colombiano es un caso muy especial. Dos toques, dos goles, tres puntos. Esta sería la descripción más clara del partido de Borja. No fue del todo participativo y no sobresalió por su movilidad o injerencia en el juego, pero resolvió con su oficio de gol el partido a favor de River. En el primer tiempo, cuando se buscaba y no se encontraba, controló un centro en el área, giró y remató para sorprender al arquero rival. En el segundo tiempo, tras largos minutos de ausencia, recibió una pelota en tres cuartos, encaró hacia el área, se perfiló y soltó la pelota con toda su clase para ponerla al lado del palo y liquidar el resultado. Un golazo.

Flechas imaginarias vs repiqueteo feliz

Un animal del área. Borja a su forma y a su modo es fundamental para las aspiraciones de River en cualquier torneo. ¿Sería bueno que corra y presione un poco más? Por supuesto ¿Que participe más de las maniobras ofensivas? También es cierto. Ahora poco importa todo eso si sigue haciendo goles que le permitan a River ganar sus encuentros. Lleva 17 goles en menos de 4 meses de competencia. Una cantidad impresionante. Ya no es racha ni casualidad. Borja es realidad absoluta. Sinónimo de gol permanente. Quizás para muchos no tenga el glamour o el currículum de otro delantero que convierte la mitad de sus goles, pero que igual la prensa se deshace en elogios y calificaciones rimbombantes vaya uno a saber con qué intenciones. A Borja se lo valora dentro de River pero afuera se lo destaca poco. En este 2024 las flechas imaginarias tienen más relevancia para los medios que el repiqueteo feliz de un colibrÍ goleador.

No sería el único caso. Se ha convertido en héroe nacional a un arquero solo por atajar penales pero a otro que viene demostrando ser el mejor de todos desde hace varios años se lo minimiza o cuestionan cada vez que se puede. O, cómo no mencionar el caso del defensor que tiene vía libre con los árbitros y juega cada tanto como consecuencia de sus habituales lesiones, a quien lo proclaman el mejor defensor del fútbol argentino, sin mirar nunca para Núñez donde hay un defensor de nacionalidad chilena que no para de crecer en su rendimiento y lo único habitual que tiene son las convocatorias a su seleccionado. Son capaces de darle más trascendencia a un triunfo contra el último del torneo paraguayo que a una victoria sobre el puntero y actual campeón de aquella liga.

Miguel Ángel Borja y Facundo Colidio

Miguel Ángel Borja y Facundo Colidio (FOTO: Instagram/@riverplate).jpg

Por todo esto: hincha de River hay que unirse. Tirar todos para el mismo lado. River es enorme pero también tiene muchos detractores agazapados esperando el caos. Son mayoría y ademas especialistas en formar relatos. Existe un fuego enemigo externo muchas veces alimentado desde adentro. Por eso es importante la actitud adoptada por la gente en esta noche de copa. Apoyar y alentar lo hace siempre. Desde hace tiempo el Monumental es el estadio más concurrido de la Argentina y el que todos temen. Hablamos de otra cosa. De no demoler lo que se intenta construir. Ojo. Esto no significa aceptar lo que no gusta. Ni tampoco conformismo o complicidad ante los aspectos negativos que puedan suceder en River. Nada de eso. Se trata de entender cuál es la mejor manera de ayudar al equipo aún en el descontento o tras alguna decepción. Da la sensación que si todos tiran para el mismo lado se pueden conseguir cosas importantes. Mucho más si se da la posibilidad de definir todas las llaves como local y llegar a jugar la final de la Copa en el Monumental.

La unión de las cuatro patas

Hay un viejo dicho en el fútbol que habla de la unión de las cuatro patas. Hinchas, jugadores, técnico y dirigentes. Por supuesto que para el sueño de la quinta Libertadores se concrete el equipo debe mejorar; Demichelis desde su trabajo dándole mayor solidez defensiva para no sufrir todos los partidos. Los futbolistas dándose cuenta de que la personalidad y la inteligencia son tan importantes en esta competencia como sus cualidades deportivas. Y la dirigencia deberá afinar su ojo para en este mercado de pases acertar en los refuerzos. Será clave lo que se incorpore al plantel. Especialmente desde el carácter y el liderazgo. Hay que hacerse fuerte, no queda otra. Adentro de la cancha y también afuera.

La copa empieza su etapa de mata mata y los rivales irán aumentando en jerarquía y exigencia. Lo bravo viene a partir de ahora. Y decir esto no es minimizar lo conseguido. Al contrario. Ganar el grupo con la autoridad y superioridad que lo hizo River es para destacar. Más de una vez los grupos nos trajeron dolores de cabeza y mucha amargura. Si repasamos la historia vemos que en 1991, 1993, 2007 y 2009, por citar algunos ejemplos, quedamos afuera en zona de grupos cuando de cuatro equipos se clasificaban tres. Eliminaciones insólitas. Y hasta podemos mencionar la situación comprometida del 2015. Aquel enorme plantel salió campeón, pero en la fase inicial sufrió más de la cuenta, llegando al último partido del grupo sin haber ganado y casi eliminado. Aún se recuerdan los gritos por los goles de Tigres que lo metieron a River en Octavos.

Los antecedentes nos muestran que estas instancias más de una vez fueron complicadas y el equipo en esta copa lo convirtió en un trámite, se clasificó una fecha antes, sacó 13 sobre 15, está invicto y le queda un partido de local para llegar a la muy buena cantidad de 16 puntos que le permita soñar con ser el mejor primero.

De paso, y como yapa, se logró el pasaporte al primer Mundial de Clubes que se disputará en el 2025 con 32 equipos y que lo tiene a River como el único club argentino clasificado. No sé si es mucho o poco, pero sí entiendo que son aspectos positivos luego de días difíciles. Hoy los hinchas pueden andar con una sonrisa. Se lo merecen porque también aportaron lo suyo en este objetivo cumplido.