Matías Suárez ya justificó con creces la inversión realizada por River. A cambio de US$ 2.350.000 más US$ 250.000 en concepto de plus por haber jugado más del 50% de los partidos oficiales del equipo durante el año, Marcelo Gallardo consiguió un delantero de enorme jerarquía y decisivo.

A través de sus grandes condiciones técnicas y un enorme poder desequilibrante, el atacante de 31 años se ganó un lugar entre los once habituales. Armó una sociedad muy peligrosa con Rafael Borré, respaldada por buenos movimientos y facilidad para entenderse mutuamente.

Tan positiva fue la llegada de Suárez que eso le permitió no sólo otorgarle satisfacciones al Millonario, sino que además le abrió la posibilidad de hacer su debut en la Selección Argentina. Incluso fue uno de los 23 elegidos para la Copa América y ya suma seis presentaciones con la Mayor.

Pese a que desde el 17 de agosto que no logra marcar un gol (Racing 1- River 6), los números de Suárez son impactantes a nivel oficial vistiendo el manto sagrado: acumula 36 partidos, con once tantos, ocho asistencias, cuatro penales provocados y un gol en contra que llegó mediante su exigencia.

Los goles de Suárez fueron a Godoy Cruz, San Martín (Tucumán), Newell's, Alianza Lima, Argentino de Merlo -2-, Atlético Tucumán, Athletico Paranaense, Lanús -2- y Racing. ¿Las asistencias? Para Julián Álvarez (Independiente), Lucas Pratto (Paranaense), Borré (Racing y Patronato), Milton Casco (Huracán), Ignacio Fernández (Boca) y Nicolás De La Cruz (Colón y Aldosivi).

 

Dueño de una categoría envidiable, Suárez tuvo dos ciclos en Belgrano y una estadía de ocho temporadas en Anderlecht (Bélgica). Su nombre sonó en varios poderosos, incluido el Barcelona. Ninguno apostó por él. Y cuando su carrera parecía destinada a vestir la casaca del Pirata durante los próximos años, el Muñeco vio su potencial e hizo un diagnóstico muy acertado para llevarse una carta clave y obtuvo un enorme premio futbolístico.