Los dos llegaron al club desde muy chiquitos y se formaron en el semillero millonario. Los dos debutaron en River, salieron campeones e incorporaron desde su formación el ADN histórico del club. Los dos defendieron la camiseta de la Selección Argentina y pegaron el salto a Europa en su mejor momento.
Marcelo Gallardo regresó como jugador en dos oportunidades y luego como entrenador. Martín Demichelis no tuvo una segunda etapa como futbolista del Más Grande, pero se transformó en el sucesor del Muñeco luego de ocho años y medio de un ciclo por demás exitoso. Tienen más puntos en común que diferencias, está claro. Pero como dijo hace unos meses atrás Bruno Zuculini, “cada uno tiene su librito”. Por eso desde La Página Millonaria analizamos algunas diferencias entre el Muñeco y Micho.
1) Mano a mano vs. Solidez defensiva
Los dos parten de una idea similar: un equipo ofensivo y dominante, que asuma el protagonismo de los partidos y que tenga como principal objetivo causar daño en el arco rival. Sin embargo, las maneras y los caminos no son del todo parecidos.
Si bien Marcelo Gallardo fue cambiando algunas formas con el correr de los años, terminó configurando un equipo que trataba de imponerse desde el sometimiento del rival y que apostaba al golpe por golpe cuando lo salían a lastimar. De hecho, solía plantar la última línea en la mitad de la cancha y achicar líneas hacia adelante, dejando a las espaldas de los defensores un terreno amplio para el contragolpe.
Martín Demichelis no está en las antípodas del Muñeco, pero es un técnico que pregona un poco más de equilibrio en el aspecto defensivo. Al menos en las últimas fechas y luego de recibir algunas duras derrotas, como fueron las caídas ante Belgrano y Arsenal. A partir de allí ajustó algunas cuestiones defensivas, plantó el equipo unos metros más atrás y decidió acumular más gente en la mitad de la cancha para ocupar mejor los espacios.
2) Laterales altos vs. Laterales que arrancan desde el fondo
Una de las diferencias más sustanciales entre el equipo del Muñeco y de Micho se observa en la función que suelen cumplir los marcadores de punta. En el caso de Gallardo, siempre se caracterizó por jugar con laterales altos, que terminaban casi como delanteros durante la mayor parte del encuentro. Una marca registrada en su ciclo exitoso.
Si bien es cierto que en el equipo de Demichelis los laterales atacan y buscan lastimar al rival en los metros finales, el punto de partida está unos metros más atras, para salir jugando desde el fondo y en caso de una pérdida, estar más cerca de la línea defensiva.
Una particularidad en esta nueva etapa es que los marcadores de punta comenzaron jugando más cerrados, por momentos casi como volantes internos, al lado de Enzo Pérez. Con el correr de los partidos y a partir de algunos retoques, Micho desestimó la idea de jugar con extremos y los laterales volvieron a ir por afuera.
3) Enzo Pérez, más acompañado en la contención
Los equipos de Marcelo Gallardo fueron mutando en función de las características de sus jugadores. Y en el puesto del volante central es donde más se puso de manifiesto. De Kranevitter a Ponzio, y de Ponzio a Enzo Pérez, hubo una suerte de transición desde un cinco más posicional y de marca a uno más de juego. El mendocino se ganó el puesto en la Copa Libertadores 2018 y alcanzó un nivel altísimo como único centrocampista, con un despliegue descomunal para recuperar, jugar y ser el gran emblema de ese equipo inolvidable.
Con el paso del tiempo Enzo comenzó a padecer el desgaste y le costó cada vez más cubrir todos los espacios que dejaba River a sus costados. El 2022 es un ejemplo muy claro de esa dificultad. Martín Demichelis tomó nota y decidió arropar al capitán millonario con otro volante que lo ayude a recuperar el balón, a ocupar esos espacios y a distribuir el juego. Nico De La Cruz, Agustín Palavecino y en mayor medida Rodrigo Aliendro fueron hasta aquí esa rueda de auxilio que permitió potenciar al mendocino, que hoy volvió a ser figura y pieza clave.
4) Esequiel Barco, de extremo a romper por el medio
El ex Independiente llegó a River como uno de esos refuerzos top, que ilusionaron al hincha de entrada. Más allá de sus pergaminos en el Rojo de Avellaneda y del recuerdo que había dejado de su paso por el fútbol argentino, Esequiel Barco se sumaba a un plantel que venía de salir campeón en la Liga Profesional y que daba toda la sensación que podía llegar a potenciar desde su desequilibrio individual. En busca del “nuevo” Pity Martíntez, el Muñeco utilizó a Barco casi siempre como extremo o puntero por izquierda, sin resultados positivos.
Más allá del bajón futbolístico de Esequiel Barco durante gran parte del 2022, con la llegada del nuevo cuerpo técnico comenzó a jugar en otro lugar en la cancha. Martín Demichelis lo sacó de la banda y empezó a utilizarlo más por adentro. La explicación la dio el DT luego del último partido en Rosario: “Me gustar que juegue ahí porque tiene desequilibrio para romper líneas”, indicó Micho en conferencia de prensa. Hoy el ex Independiente elevó su nivel y es cada vez más determinante en el equipo. El club comprará su ficha en una cifra millonaria.
5) El armado del equipo en función de los rivales
Los dos entrenadores tienen el arco de enfrente como objetivo y buscan imponer condiciones desde el vamos. Sin embargo, al menos en el tiempo que lleva como entrenador, Martín Demichelis demostró hasta acá que metió muchos más retoques en el equipo en función de los atributos del rival que Marcelo Gallardo. Esto no significa que el Muñeco no tomara nota de los planteos del rival y ni dejara de analizar las virtudes de los equipos que iba a enfrentar, pero siempre se jactó de mantener las formas y sus planteos sin importar quiénes eran sus contrincantes.
En el caso de Demichelis, los cambios de nombres, esquemas y planteos resultan mucho más evidente en el corto tiempo que lleva como entrenador. La presencia de un doble nueve o de un solo delantero, los cambios posicionales de los mediocampistas y la postura de los laterales son algunos ejemplos del cambio de un partido a otro en la búsqueda por neutralizar al rival.
6) La salida desde el fondo y la superioridad numérica
Una de las diferencias más notorias entre los equipos de Marcelo Gallardo y Martín Demichelis tiene que ver con la manera de encarar la salida desde el fondo. Con el Muñeco como DT, el Millonario solía abrir sus dos zagueros centrales y Enzo Pérez se tiraba al medio armando una suerte de línea de tres. Con los dos laterales bien lanzados al ataque, la idea era generar superioridad en campo contrario y progresar con la pelota desde la conducción de los volantes.
¿Qué cambió con la llegada de Micho? Lo explicó el propio DT en una de sus primeras conferencias de prensa: salir jugando desde los pies de Franco Armani y comenzar a generar una cadena de pases desde los defensores. Claro que todo depende de dónde y cómo presiona el rival para arriesgar o no en la salida. La conducción de la zaga central es ahora mucho más determinante.
Diferencias también en la metodología
Más allá de las cuestiones tácticas, Marcelo Gallardo y Martín Demichelis tienen algunas diferencias en la metodología del trabajo que se hicieron evidentes en el último tiempo. Una de las más sustanciales tiene que ver con el armado de la lista de buena fe de la Copa Libertadores, donde Micho decidió incluir a varios juveniles de la Reserva que todavía no debutaron de manera oficial en Primera División.
El Muñeco decidió en su momento, en pleno brote de Covid, que no iba a incorporar a los juveniles porque consideraba que no tenían que ser expuestos en caso de un brote masivo del virus. Lo sufrió ante Independiente Santa Fe, cuando tuvo que poner a Enzo Pérez en el arco y salir a jugar sin relevos en el banco de suplentes. Se mantuvo firme en su postura un año después, cuando decidió incluir en la lista solamente a los profesionales.
El armado de la lista no es la única cuestión metodológica que los separa. En el día a día Martín Demichelis tomó distancia del Muñeco en el manejo de las cargas y de los descansos. Cuando hay una semana larga de trabajo, el nuevo DT prefiere que sus futbolistas queden concentrados después del partido, que trabajen al día siguiente y tengan descanso en la jornada posterior. En cambio, Gallardo solía darle el día libre a sus dirigidos luego del partido y se reencontraba con los suyos un día después.
¿Una diferencia más? Martín Demichelis decidió quitar algunos alambrados del predio de Ezeiza y determinó que las canchas para entrenar en el River Camp estén todas juntas, sin separaciones. Pequeños detalles que marcan algunos contrapuntos entre dos entrenadores que parten desde ideas muy parecidas, pero que tienen su propio libreto.