La carrera de Julián Álvarez está a punto de dar un giro de 180 grados. La Araña cambiará de club, de liga, de sociedad y hasta de estilo futbolístico. Después de estar dos años bajo el ala de Pep Guardiola en el Manchester City, el delantero quedó muy cerca de convertirse en refuerzo del Atlético Madrid que conduce el Cholo Simeone, sujeto a que se termine de cerrar su contrato (entre clubes está todo acordado).

Desde hace algunas semanas que se esperaba un cambio en el futuro de la Araña, luego de sus declaraciones en los Juegos Olímpicos hablando de que iba a evaluar qué hacer en su regreso a Inglaterra. Atlético Madrid pagará un total de 95 millones de euros (70 fijos y otros 25 en variables por objetivos) y el vínculo de Julián, si se logra el entendimiento con su agente, será hasta junio de 2029.

Si por algún motivo la operación colapsa, también se caeran otros dos pases que dependen de que Julián vaya a España. Sí, suena extraño, pero detrás de esta transferencia hay una importante ingenieria que tiene vinculado al Chelsea de Inglaterra y a dos futbolistas: Conor Gallagher (Chelsea) y Samuel Omorodion (Atlético Madrid).

Julián firmaría contrato con Atlético Madrid hasta el 30 de junio de 2029.

Julián firmaría contrato con Atlético Madrid hasta el 30 de junio de 2029.

Gallagher, Julián Álvarez y Omorodion: la ingeniería entre Chelsea y Atlético Madrid

Gallagher tiene todo listo para pasar al Atlético Madrid luego de no querer renovar contrato en Inglaterra y Chelsea comprará en 25 millones de euros a Omorodion, delantero español de 20 años. Son operaciones que se firmarían por separado pero que están conectadas entre sí: si lo de Julián no se hace, lo de Omorodion y Gallagher tampoco.

Por eso se vienen horas claves para terminar de resolver las diferencias contractuales entre el nueve de la Selección Argentina y los dirigentes del Atlético Madrid. En caso de que el Aleti no logre el acuerdo final, el PSG de Francia está expectante de meterse en la puja por Julián. De hecho, ya hicieron una propuesta formal para el City y para el futbolista (un suculento contrato de 10 millones de euros al año).